Me enseñaron a pedir
con las manos juntas
y a recibir con ellas abiertas
cada día y cada noche
el puño que se forma en espiga
arrebata lo que en gracia se forja
¿detenerme en llevar las manos
al sueño en alabanza?
engañarme es una escuela
donde sobresalgo en calificaciones
y mis manos se cansan de desgranar el trigo
con unos deseos como maestros
y un alma que ni a gatear
por todo el cuerpo se atreve
podria llevar el pan
como camino y un dar como oracion
sigo tapándome el rostro
cada día y cada noche
Soplo
para empuñar estos trastes
mover los dedos al pecho
y conseguir un acorde
que me detenga y vea el cuerpo
melodioso
pero duermo en un pergamino
que se escribe
con las dudas de un hombre
que la vida le pasa a un lado
cerrando el pacto que el Nombre
obliga
quizás irresponsable
como hermano
cuando despierte
una balada me lleve
al latido que armonice
todo
(de Emaús y el vientre de arena , 2016)