Nueva York: Archipelago Books, 2022. 200 páginas.
Moldy Strawberries (Archipelago Books, 2022) es una compilación de historias del celebrado escritor brasileño Caio Fernando Abreu (Porto Alegre, 1949-1996), que primero se editó en portugués bajo el título Morangos mofados en 1982 y ahora, cuarenta años después, tiene su versión en inglés de la mano de la hábil traductora Bruna Dantas Lobato. El libro es considerado una de las obras maestras del autor, así como una pieza trascendental de la literatura brasileña y la queer.
El panorama brasileño en el cual apareció la obra original incluía una epidemia de sida, la etapa final de una dictadura, una crisis por una deuda externa y una recesión económica, junto con una gran variedad de problemáticas geopolíticas y ecológicas. Brasil no era impermeable a los efectos del narcotráfico que afectaban a todo el hemisferio, y la cocaína se estaba convirtiendo en la droga favorita de aquellos que podían costearla para adormecer su desilusión y su dolor. El libro tiene dos dedicatorias que marcan el clima de la obra. La primera está hecha a la memoria de John Lennon (el músico británico superestrella asesinado en 1980), Elis Regina (la influyente cantante brasileña cuya muerte estuvo asociada a las drogas y el alcohol en 1982), Henrique do Valle (un poeta brasileño que se suicidó en 1981), Rômulo Coutinho de Azevedo (un activista político y médico brasileño que murió en un accidente de tren) y a la memoria de “todos mis amigos fallecidos”.
La segunda dedicatoria está hecha al músico brasileño Caetano Veloso y otros amigos de Abreu que estaban vivos en su momento, y cada historia también está dedicada a alguien vivo o muerto. Además de las numerosas dedicatorias, hay varios epígrafes intercalados a lo largo del libro. Tiene un efecto similar al de una sesión espiritista, ya que conjura la presencia de las personas y las voces que Abreu quería tener cerca. Varios epígrafes contienen versos escritos por do Valle, el amigo poeta de Abreu que quedó devastado por su abuso de drogas y se quitó la vida a los 23 años. El libro está dividido en tres secciones: “The Moldy”, “The Strawberries” y “Moldy Strawberries” (“O mofo”, “Os morangos” y “Morangos mofados” en el portugués original, es decir “El moho”, “Las fresas” y “Las fresas mohosas” en español), y el autor reveló que los títulos y encabezados están parcialmente inspirados por los versos de do Valle que abren la segunda sección: “Aquellos que conocen a Dios / sienten lo que hay adentro / y son amigos de las fresas / que jamás mueren” (“Those who know God / feel what’s inside / and are friends of the strawberries / that never die”) del poema “Las fresas son eternas” (“Os morangos são eternos” en portugués, “Strawberries are Forever” en inglés). La memoria del poeta no solo está presente en el título, los encabezados, las dedicatorias y los epígrafes, sino también en el universo ficcional de la historia “El día que Júpiter conoció a Saturno” (“O dia que júpiter encontrou saturno” en portugués, “The Day Jupiter Met Saturn” en inglés).
La tragedia y la muerte, incluido el suicidio de do Valle, envolvieron a Abreu y estuvieron muy presentes en sus escritos. (El mismo Abreu recibió un diagnóstico positivo de VIH en 1994 y murió dos años después). La tercera historia de la colección, “El día que Urano entró en Escorpio” (“O dia em que urano entrou em escorpião” en portugués, “The Day Uranus Entered Scorpio” en inglés), es como una obra contracultural que acompaña a The Big Chill, una película de 1983 dirigida por Lawrence Kasdan. En la película, un grupo se reúne 15 años después de haberse graduado juntos de la universidad luego de que uno de sus amigos se suicida, y la banda sonora son discos icónicos de R&B de los sesenta y los setenta. En la historia de Abreu, un grupo de personas cuya relación entre ellas no está definida hace a un lado los cigarrillos y las citas de los libros que leen para ayudar a un amigo que tiene un brote suicida, mientras suena Pink Floyd de fondo.
Los personajes de Moldy Strawberries no parecen estar “preocupados ni avergonzados por ser representantes caricaturescos de una generación” (“Los compañeros” [“Os Companheiros” en portugués]). Abreu emplea muchos estilos y escenarios diferentes para hacerlos cobrar vida, e incluso usa diálogos austeros, flujo de consciencia, alucinaciones en momentos de confinamiento, estudios de personajes basados en fotografías, conversaciones entre personalidades disociadas, llamadas telefónicas y sesiones de terapia. El autor confiere gran profundidad, dulzura y registro a sus personajes, a medida que los vemos pasar de la lucidez a la confusión, de la esperanza a la desesperación, de la compañía a la soledad. Por ejemplo, en “Más allá del punto” (“Além do ponto” en portugués, “Beyond the Point” en inglés), el narrador se dirige lleno de confianza y anticipación a la casa de un amante, pero, mientras más bebe, más se desgasta su confianza:
Tan tiesas tenía las piernas y los brazos y la cara que se me ocurrió abrir la botella y beber un sorbo, pero no quería llegar a su casa medio borracho, con aliento apestoso, no quería que él pensara que había estado bebiendo, y lo había estado haciendo, cada día con una buena excusa, y también pensaba que él pensaría que yo no tenía nada de dinero por haber llegado a pie bajo esa lluvia tan intensa, y así era, me dolía la panza del hambre, y no quería que pensara que no había dormido nada, y no había dormido, tenía ojeras bien negras, y tendría que tener cuidado de no mover mucho el labio inferior al sonreír, si sonreía, lo cual seguro sucedería cuando lo viera, para que no se diera cuenta de que tengo un diente roto y pensara que no me estuve cuidando, y no me estuve cuidando, que estoy evitando ir al dentista, y estoy evitando ir al dentista, y todo lo yo que había hecho y lo que yo había sido que no quería que él viera o supiera, pero pensar en esas cosas me dio dolor de cabeza porque me estaba dando cuenta, bajo la lluvia, de que tal vez no quería que él supiera que yo era así, y lo era.
Incluso en sus momentos más frágiles, desastrosos y cuasimortales, Abreu les recuerda a los personajes (y al lector): “…en este momento posees la insoportable belleza de algo que está completamente vivo” (“Naturaleza viva” [“Natureza viva” en portugués, “Still Life” en inglés]).
La obra de Abreu, con su traducción de Dantas Lobato, es exuberante, íntima, visceral e inquebrantable. Su tratamiento del sexo, el abuso de sustancias y la violencia no tiene las ataduras propias del distanciamiento clínico ni del pánico moral. Es romántico, barroco, gótico y grotesco al mismo tiempo. Los temas frecuentes incluyen el candomblé, los murciélagos, el vómito, la esquizofrenia y, por supuesto, la fruta; entre los temas variados que trata se encuentran el despertar sexual (“Sargento Garcia” [“Sergeant Garcia” en inglés]), el estar en el clóset (“Los sobrevivientes” [“Os sobreviventes” en portugués, “The Survivors” en inglés]), la violencia homofóbica (“Martes gordo” [“Terça-feira gorda” en portugués, “Fat Tuesday” en inglés]), y la pérdida de la cordura a causa del miedo y la represión (“Yo, tú, él” [“Eu, tu, ele” en portugués, “I, You, He” en inglés]). Las historias también dialogan con la música, la poesía, los libros, las películas y las obras de arte que los personajes atesoran y citan. La música, particularmente, es un elemento narrativo esencial, y Abreu incluyó instrucciones para que el público escuche determinadas canciones o artistas cuando lea ciertas historias. (Dantas Lobato ha creado una lista de canciones con la cual acompañar la lectura del libro). Un ejemplo destacable es “Atravesando una gran pena” (“Pela passagem de uma grande dor” en portugués, “Passing Through a Great Sorrow” en inglés), en la cual el personaje principal está sentado, solo, en su departamento mientras escucha “Désespoir agréable” (“Desgracia placentera”) y “À l’occasion d’une grande peine” (que inspiró el título de la historia), dos solos de piano melancólicos del compositor francés Erik Satie; la historia da a entender que el protagonista languidece por el VIH, mientras observa cómo se le descama la piel por sus altos niveles de ácido úrico en sangre.
Aunque Moldy Strawberries no le teme a lo oscuro, ofrece destellos de esperanza y triunfo. En “Transformaciones” (“Transformações” en portugués, “Transformations” en inglés), el vacío existencial del personaje, apodado “La gran ausencia”, de repente se disipa cuando encuentra el amor, lo ven tal cual es y se siente una persona de carne y hueso por primera vez. En “Aquellos dos” (“Aqueles dois” en portugués, “Those Two” en inglés), echan del trabajo a dos compañeros por las quejas presentadas contra ellos a raíz de su amistad íntima e “inusual”, aunque jamás han consumado físicamente su evidente amor y cariño mutuo. Pero, en vez de cada uno emprender su camino por separado, llenos de vergüenza, se van juntos en un taxi, al estilo “y vivieron felices para siempre”, rumbo hacia su nueva libertad, mientras que sus lamentables excompañeros limitados por su intolerancia los miran, con amargura, desde la ventana de la oficina.
Dantas Lobato logró traducir la obra de Abreu al inglés como si armara una instalación de arte, reensamblando cuidadosamente su desastre insoportable y hermoso sin la mínima intención de ordenarla ni borrar de ella lo que traspasa las líneas de la forma, la convención o la sociedad educada. Moldy Strawberries es una traducción desgarradora y un emotivo tributo a Abreu, quien, ojalá, ahora este reunido con todos sus amigos fallecidos, cantando sus canciones favoritas en un campo de frescas fresas rojas.