Es como si hubiesen pasado siglos desde ese momento en que Roland Barthes reivindicaba en 1973 una lectura fundada en el placer. Hoy parece un reclamo impensable y hasta impropio; tales peticiones corren el riesgo de parecer anticuadas. Más aún, cuando los textos literarios ⎯especialmente los escritos en América Latina⎯ nos abruman con la insistente representación de nuestras trágicas realidades. No hay tiempo para el placer, el juego y, quizás, para la felicidad que nos entrega la lectura de un buen libro. Incluso la idea de “un buen libro” parece escandalosa. Por eso, no es extraño que los jóvenes de hoy manifiesten poca curiosidad por la literatura y el arte en general. Hay demasiado ruido en el ambiente, demasiadas cosas de qué ocuparnos, las opiniones se confunden con las ideas. Y todo ocurre a la velocidad de la luz. “Festina lente”, aconsejaba Augusto hace dos mil años. Consejo que buscaba advertir de los peligrosos resultados de las decisiones irreflexivas y apuradas. Este consejo: “Apresúrate despacio” podría también ser un poética, una forma de leer, pues la velocidad de la literatura es otra, interior y exterior al mismo tiempo, lenta y personal, pero hija de su tiempo y su realidad. La lectura no tiene sentido si no hay placer en el ejercicio mismo. De otro modo nos arriesgamos a una lectura que solo es el mero ejercicio de pasar de una cosa leída a otra, a colocar los libros leídos en un catálogo de cosas muertas, y no de obras vivas y significativas capaces de iluminar la experiencia humana a través de la imaginación y la sensibilidad de quienes tozudamente escriben de su tiempo, pero también en contra de su época.
Así llegamos a este nuevo número de LALT con una escritora que en los últimos años se ha ido ubicando indiscutiblemente entre las voces latinoamericanas de mayor solidez literaria en la región; se trata de la colombiana Pilar Quintana. Su presencia no es nueva en nuestras páginas digitales. En 2020 destacamos su excepcional novela La perra (2017) y esta vez queremos cerrar el 2022 con un dossier de portada dedicado a su obra. Este trabajo se lo debemos a nuestros editores invitados: Ingrid Luna López y Óscar Daniel Campo, quienes trabajando desde Colombia ensamblaron este proyecto. Dos ensayos nos invitan, en este dossier, a una reflexión crítica sobre algunos aspectos de la obra de Pilar Quintana. Uno es de Leonardo Gil Gómez y el otro pertenece a Ruth N. Solarte-Hensgen. Ingrid y Óscar también hablaron con la autora, conversación que quedó registrada en la entrevista que ahora publicamos: “Animalidad y escritura: una conversación con Pilar Quintana”. El dossier se cierra con una fragmento en inglés de La perra, trabajo que pertenece a la excepcional traductora americana, Lisa Dillman.
El otro dossier está dedicado a una escritora que ya es canónica en la literatura escrita en español, la novelista, poeta y traductora uruguaya Cristina Peri Rossi. En 2021 Peri Rossi ganó el Premio Cervantes, la distinción literaria más importante en el mundo de las letras hispanoamericanas. El jurado del premio argumentó su selección diciendo que se reconocía “en ella la trayectoria de una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo y la envergadura de una escritora capaz de plasmar su talento en una pluralidad de géneros. La literatura de Cristina Peri Rossi es un ejercicio constante de exploración y crítica, sin rehuir el valor de la palabra como expresión de un compromiso con temas claves de la conversación contemporánea como la condición de la mujer y la sexualidad”. Este dossier fue organizado por nuestro editor, Arturo Gutiérrez Plaza, iniciativa a la que se sumaron entusiastamente María José Bruña Bragado y Néstor Sanguinetti, ambos expertos en la obra de Peri Rossi. El dossier cuenta con artículos de Rafael Courtoisie, Gerardo Cianco, Virginia Lucas y Tasaha Tanna. Una nota aparte merece las breves, pero significativas palabras sobre la obra de Peri Rossi que escriben Selva Amada, Martha Asunción Alonso, Jordi Doce, Ariana Harwicz, Esperanza López Parada, Lina Meruane, Mónica Ojeda y Fernanda Trías. Unanimidad y reconocimiento que sus pares hacen de la obra de una escritora que tiene un lugar muy bien ganado en el canon de nuestra literatura.
Un aporte en materia poética ⎯y que es una recuperación y una sorpresa al mismo tiempo⎯ es la que hace Mariano Vespa en su entrevista a Laura Rubio León y Federico Barea, quienes hablan en extenso de dos importantes movimientos de la Neovanguardia latinoamericana. Por un lado, Laura Rubio se refiere a los nadaistas colombianos a partir de su libro Nadaismo: una propuesta de vanguardia (2020); mientras que Federico Barea analiza los beats argentinos a partir de su libro Argentina Beat 1963-1969 (2016). El trabajo de Mariano Vespa, como siempre, es excelente en un rescate tan necesario que nos recuerda que los poetas latinoamericanos también trabajan al borde del abismo y la experimentación. Escribe Mariano: “La conversación que sigue conecta ambas energías que trascienden más allá de las publicaciones, comunidades que se activan en cofradías y nuevas significaciones”. No podemos estar más de acuerdo.
Como siempre, cada nuevo número de LALT tiene mucho más que ofrecer: adelantos, ficción, poesía, más entrevistas, una nueva entrega de literatura indígena, etc. Y este número no es la excepción. Nuestros lectores encontrarán adelantos de traducción de Sarah Booker, Katherine M. Hedeen, Olivia Lott, Helena Dunsmoor y Ramón J. Stern. La poesía indígena, esta vez, regresa con las voces del pueblo mapuche a través de Mariela Fuentealba Millagur y Daniela Catrileo. A su vez que la literaturas indígenas del Brasil lo hacen a través de la escritora Julie Dorrico.
La diversidad de voces, géneros y culturas que este número propone no deja de asombrarme. Como tampoco lo hace el hecho de que este número esté dedicado a dos mujeres cuyo trabajo brilla por su excepcional calidad literaria. Invitamos a nuestros lectores a acercarse a este número sin olvidar esa sugerencia tan clásica como actual: “Festina lente”, también hay placer en leer. Insisto: nos negamos a que los autores y autoras que publicamos en esta revista compongan un simple catálogo de obras literarias que aparece en una revista literaria. Lo que buscamos es lo contrario, que cada número de LALT proponga estas obras como parte de una literatura viva y actual con la cual América Latina dialoga con el mundo y para el mundo.
Marcelo Rioseco