Walther Madariegue: ¿Qué te motivó a escribir Runapa Ñawin?
Edwin Lucero Rinza: Me motivó a escribir la inexistencia y un profundo vacío que veía en la literatura quechua, el sentipensar de los kañaris, como pueblo de voz viva. Sentí que, frente a la literatura, era como una nación sin expresión, pues estaba como mudo parlador, o como un sordo que oye y como un muerto que grita libertad. Vi que una nación quechua gritaba en silencio, tenía júbilo oculto. Entonces decidí cultivar la voz oculta para que las voces desconocidas de los kañaris estén presentes en la literatura y que también éstos sean conocidos como quechuas runa con su cultura.
Entonces el motivo de escribir, fue el inmenso vacío que sentía la voz de mi ayllu por no ser leída y conocida como nación quechua. Por otra parte, me motivó también la expresión vacía y oculta de mis padres frente a la sociedad que no conocía a Kañaris como pueblo quechua. Mi ayllu era como un dibujo que no emitía mensaje, que estaba ahí, pero no tenía voz, entonces publiqué la primera obra literaria desde la voz y el sentipensar de los kañaris. Ahora me siento aliviado, porque siento que Kañaris ya está en los ojos de la sociedad como quechua runa.
W.M.: ¿Cómo surge la decisión de escribir poesía en quechua Kañaris?
E.L.R.: Surge desde el momento en que me reivindiqué como quechua runa, cuando me di cuenta que el proceso histórico de mi formación como quechua estaba casi muerto, me di cuenta que mi verdadera esencia era quechua, y tenía un compromiso con mi nación kañari. Además, la carrera que estoy estudiando formó parte de todo ello, para que me sintiera orgulloso de qué cuán importante también era mi cosmovisión andina. Sentía algo de angustia al no hacer algún trabajo que me involucrara directa o indirectamente con la voz que no pudieron gritar los demás ayllukuna, además vi a un grupo de jóvenes que hablaban quechua y eran quechuas que se entendían y yo, con mi quechua estuve casi aislado. Entonces aproveché mi talento para escribir poemas en la voz que dominan los kañaris.
Es así como surge la decisión de escribir poesía en el idioma de los kañaris, fue como el ave fénix para la literatura de kañaris desde su propia voz, con su código lingüístico.
W.M.: ¿Y la decisión de no traducir al español?
E.L.R.: La decisión de no traducir fue tomada para mostrar la resistencia del grupo étnico de los kañaris frente a la lengua invasora, que es el castellano. En ello se muestra el valor lingüístico que tienen los kañaris, que tras su lengua esconden una filosofía de vida muy profunda, una forma de interpretación del mundo. Entonces el no traducir demuestra la rebeldía que los kañaris históricamente han demostrado, esa resistencia por la conquista de su cultura. Mi libro, escrito en la voz invisible de los kañaris, demuestra claramente la resistencia frente a la conquista del castellano, hablando en el plano lingüístico.
Como autor de Runapa Ñawin, decidí poner en primer nivel, el idioma de los kañaris, porque pienso que el valor más importante es el valor cultural, histórico y lingüístico de un pueblo, y no el valor económico.
W.M.: ¿Cuál ha sido tu relación con poetas que escriben en otras variantes del quechua en los Andes? ¿Existen posibilidades de diálogo?
E.L.R.: La relación entre poetas quechuas contemporáneos, es aún algo dispareja, pero con coordinaciones permanentes. Como seres sociales, la parte del individualismo nos ha dirigido por distintas vías, pero el diálogo entre quechuas que somos y defendemos el idioma de nuestros pasados, como responsables frente a la sociedad, es realizado mediante actividades promovidas por nosotros mismos en recitales de poesía quechua, y concursos que se organizan dentro de las universidades en que nos encontramos.
W.M.: Tus poemas hablan a menudo de sentimientos personales de nostalgia o desolación a veces, y otras veces de contemplación de la naturaleza a través de versos que aluden a cánticos y a oraciones. ¿Son éstos también sentimientos que habitan el carácter de la cultura Kañaris?
E.L.R.: Los kañaris expresan esos sentimientos, esas emociones, iras, cuando ven que sus dioses tutelares son indiferentes con ellos. Pero la actitud del kañari no es una actitud rebelde, sino más bien una actitud interna para enmendar las cosas hechas en contra de la naturaleza.
Esto surge también cuando la naturaleza juega en contra de ellos, tan es así que los poemas muestran una clara reflexión del sentipensar de los kañaris. También están las preocupaciones que sienten durante la convivencia entre ellos, sus cosmovisiones, creencias, todo ello lo expresan los kañaris.
W.M: ¿Quisieras contarnos algo más sobre tu Nación Kañaris?
E.L.R.: Kañaris está ubicado en la Provincia de Ferreñafe, específicamente en la parte nor oriental del Departamento de Lambayeque, en un ramal de la cordillera de los Andes. El origen del distrito de Kañaris pareciera estar en lo que ahora se conoce como Ecuador. Posiblemente se trate de los mitimaes provenientes del pueblo Cañari, en Ecuador, introducidos por los Incas con el propósito de controlar militarmente la región norteña, que fue rebelde a incorporarse al Imperio incaico. Sus principales actividades son la agricultura y la ganadería.
Kañaris es un grupo étnico, y como grupo milenario, defiende su medio ambiente. Los kañaris somos protectores de nuestras tierras, de nuestros recursos, de nuestro territorio. Además, somos pueblos creyentes en nuestros dioses tutelares, tenemos un profundo respeto a nuestros apus, por sus energías cósmicas. Kañaris goza de una diversidad de productos en sus tres climas tropicales, y siembran café, cacao, naranja, entre otras frutas, en la parte baja; y en la parte alta, contamos con papa, oca, olluco, etc. En la parte media, sembramos maíz, frejol, arveja, etc. En cuanto a las celebraciones de los kañaris, el 24 de junio es la fiesta patronal, que rinde culto al patrón San Juan Bautista.