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los lotos flotan silentes en la orilla del río
entre el agua y el cielo
la luz en llamas
fundiendo el ojo de la iguana
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el cormorán baja a las profundidades del río enfermo
nadie sabe de sus tratos con el abismo:
si lo que pesca es otra furtiva soledad:
un nuevo temblor para esfumarse en la intemperie insana
29
entre lirios y cloacas
el agua viva sortea todos los venenos
todos los señuelos
hasta dar con la sal pura en el vientre de la mar
con el sol puro al borde del horizonte
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hay una fiebre temblando en resolana
hay un hervor de corazones ahítos de hundimientos:
si acaso flotaciones efímeras
hay un fervor de bocas y semillas:
chispas tácitas en abandono
en el hálito del día
siempre sin palabras
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pisadas de tórtola en la arena
sombras exiguas sembradas por el sol del mediodía
signos y más signos…
¿pero cesa el misterio?
* “Neverí” es el nombre con que se conoce un río de la cuenca hidrográfica nororiental de Venezuela. Nace en el cerro Turimiquire —sito en el estado Sucre de dicho país— y desemboca en la caribeña bahía de Pozuelos, tras un recorrido de más de 110 kilómetros, que incluye la ciudad de Barcelona, capital del estado Anzoátegui. Quien lo busque podrá dar con él en estas coordenadas: 10° 10′ 30″ latitud norte, 64° 43′ 30″ longitud oeste.