Lima: Pesopluma. 2021. 288 páginas.
¿Qué hay en la mirada? Un intento por colocar lo que entre la bruma se enraíza en un estado del lenguaje que permite, de algún modo, decir. Lo que se mira es un instante, la composición de una cadena interminable de instantes que, adelante, constituyen una versión singular del relato. Se mira así también el pasado: su narración implica una forma de interferencia con el futuro, pues la dinámica de recordar activa, a la vez, la dinámica de crear. Un movimiento en dos sentidos y cuya frontera es flexible, abierta al intercambio, al desplazamiento de signos a través de los que se intenta decir la experiencia en un tiempo diferente. Ese movimiento pendular conforma el centro gravitacional de este libro, Kloaka & Los Subterráneos: El instinto de vivir, recordado y escrito por el poeta peruano Roger Santiváñez.
Alrededor de ese centro se observa el paso de una generación de escritores signados por la violencia, la podredumbre política, la desesperanza social, quienes optaron por responder desde la médula de esas condiciones militando radicalmente un estado de anarquía. El Movimiento Kloaka (MK) —activo entre 1982 y 1984 en varias regiones del Perú— constituyó el espacio de materialización de esa respuesta. Santiváñez arma un archivo polifónico que amplía el panorama alrededor de MK y muestra un proceso que, sin pertenencia ni propiedad, sucede orgánicamente y en intersección con los postulados más vitales de la tradición poética occidental. Entre estas páginas, decenas de testimonios miran al MK como un lugar de cuestionamiento, experimentación e incorporación de heterogeneidades, en el preciso momento en que la máquina neoliberal construía puentes con la literalidad y, de forma irrevocable, juntaba la acción del lenguaje con la reproducción del capital.
La lima narrada en estas líneas suena a rock subterráneo, a velocidad sobre el asfalto, a múltiples lenguajes hirviendo su delirio al costado de la realidad. Solo así podía prevalecer la voz en medio de todo el estruendo de la guerra. Dividido en las secciones “Pre-face”; “Kloaka”, “Los Subtes”, “Los Ochenta: fragmentos de un espejo roto”; “Subte: el sonido de la utopía”; “Around”; y “Anexos Kloakensis”, este libro permite un movimiento a través de distintos espacios temporales e iniciativas artísticas que conformaron la temperatura de la época. Arroja así una noción: el lenguaje de resistencia —en tanto se construye un lugar periférico para la voz— está surgiendo de la interacción de los géneros literarios, de su relación con la música, su erosión del soporte visual, su fagocimiento a otros lenguajes, su incorporación de la diferencia a un lugar semántico al que se debe, continuamente, dinamitar para que lo no previsto, eso que es preciso en el universo creativo, suceda.
Roger Santiváñez abre de este modo una ruta para asomarse a ese momento de crisis y cambio en las formas de escritura en distintos sectores del Perú. Lo hace mediante un ejercicio de reconocimiento de los esfuerzos colectivos alrededor del arte, para ratificar que en momentos de crisis toda línea de individualidad es quebrada a favor, como en el MK, de la develación de un camino hasta entonces desconocido. Hay también en este trabajo una tentativa de diálogo comparado, al arrojar estos materiales como una pregunta invisible frente a otros espacios geográficos y sociales, azotados por la violencia y la radicalidad de la máquina globalizante en distintos sectores del continente. Esta es una muestra de la posibilidad de diálogo que se inscribe entre la actividad creativa artística, poética, musical, y los cambios más recientes en la estructura social de nuestros países. Ahí donde la historia ha pasado certificando la victoria de unos frente a otros, el silencio de unos frente a otros, nace la posibilidad de una lectura inconforme, construida sobre los rieles de quienes han quemado sus cuerpos a favor de la voz.