Skip to content
LALT-Iso_1
  • menú
  • English
  • Español
Número 23
Poesía

Tres poemas

  • por Frank Báez
Print Friendly, PDF & Email
  • September, 2022

Metaldom*

Pongámoslo claro, tú nunca serás
la General Motors
y yo nunca seré García Lorca.

Tú seguirás envenenando estos barrios
con tu humo y yo escribiendo versos
en este teclado. 

Los huracanes seguirán yendo y viniendo.
Las guaguas cada vez más destartaladas
atravesarán la Independencia.
Aumentarán los expresos chinos.
Las compraventas.
Las bancas de apuestas.
Las iglesias evangélicas. 

Y donde había una casa
levantarán un edificio.
Y donde había un parque o un play
levantarán un supermercado, un proyecto
habitacional y una cadena de moteles. 

Y los que andábamos
por las calles con una pelota
ahora andaremos con una pistola. 

Y cuando nos despierte la sirena de la ambulancia
palparemos nuestros cuerpos
para asegurarnos que no viene por nosotros.

Meltadom, ¿cuántos Toyotas, cuántos Mazdas,
cuántos Daihatsus
sacrificarás esta noche? 

Al igual que en los versos
de una epopeya griega
tu columna de humo se alza frente al mar
para aplacar a los dioses,
pero los dioses se fueron ya
y no dejaron sus direcciones. 

Metaldom, en el 2060 serás un hotel de cinco estrellas.
Yo seré un viejo gruñón
en silla de ruedas
que recitará versos los domingos
y los días de fiestas. 

Recuerda, tú nunca serás la General Motors
y yo nunca seré García Lorca. 

*Planta de fundición en Santo Domingo.

 

En Damen

En Damen hay un bar
donde los empleados se aflojan las corbatas
y beben cerveza junto a muchachas que roban
poesía de la librería de la esquina. 

Sentado ahí escribí un poema
que me gusta mucho. 

A la semana volví e intenté
escribir otro poema
sin resultado alguno. 

Y es como hace unos días
que vi una puesta de sol en la ciudad
y me dije tengo que escribir un poema.

O el lunes que vi un pájaro chocar
una y otra vez contra la ventana de la oficina
y prometí dedicarle un poema. 

O cuando perseguí a la muchacha
que se pinta el cuerpo de naranja
en Michigan Avenue
y ella se dio cuenta y corriendo detrás de ella
le grité tengo que escribir un poema.

Y ahora escribo en medio de la bartender que ríe y fuma
y los empleados y las muchachas que ríen y fuman
con sus libros robados en las carteras.  

Y a medida que escribo este poema se va llenando de gente que no conozco,
de lectores que nunca he visto, de lectores europeos, mis lectores chinos,
argentinos, árabes… de repente el poema es como un bar
donde la gente fuma y grita
y la única persona que no pertenece ahí soy yo. 

John Keats escribió que no hay nada menos poético que un poeta.
El poeta es a la poesía lo que las tuberías son al agua.
Con esto quiero decir que el poeta sólo escribe, utiliza las palabras, las sube aquí, allá,
Las baja, las roza,
Al igual que un albañil levanta ladrillos y empañeta, ya que el poeta con las palabras construye
casas para los lectores, esos que son unos hipócritas y se van sin pagar
y que a veces se meten en la boca una escopeta tan sólo porque les falta
lo que hay dentro de un poema,
y a los que buscan y sufren y a los desahuciados
el poeta les da cobijo en sus poemas, a melancólicos, a amantes, a putas, a locos, a policías
retirados…
y tan pronto el poeta acaba su casa
ya esta no le pertenece
y se marcha a levantar más casas a otro lado.

Ahora en Damen anochece.
Afuera el viento juega empujando
los columpios del parque.
Las luces tras las ventanas se encienden. 

 

Autorretrato 

Rodé al año y medio por las escaleras
hasta el segundo piso.
A los seis casi me ahogo en una piscina.
A los siete me arrastró la corriente de un río.
Me golpearon con un palo, con la culata de un fusil,
con una tabla.  Me propinaron un codazo en la cara
y otro en el estómago, rodillazos,
machetazos, fuetazos.
El perro del vecino me mordió un brazo.
Me cortaron una oreja haciéndome el cerquillo.
Noqueado.  Abofeteado.  Calumniado.
Abucheado.  Apedreado.
Perseguido por sargentos en motor.  Por dos cobradores.
Por tres mormones en bicicleta.
Por muchachas de Herrera y del Trece.
Me han atracado treinta veces.
En carros públicos.  Taxis.  Voladoras.  A pie.
Alguien me dio una bola y me dijo I am gay.
Me robaron un televisor, un colchón,
Seis pares de tenis, cuatro carteras,
un reloj, media biblioteca.
Se llevaron varios manuscritos y cometieron plagio.
(Con lo que me han robado pudiera abrir
Una compraventa en Los Prados.)
Me fracturé el brazo derecho, el anular,
La cadera, el fémur y perdí cuatro dientes.
El hermano Abelardo me dio un cocotazo que todavía me duele.
En la fiesta de graduación me cayeron a trompadas y botellazos.
Luego publiqué un libro de poesía y una vecina lo leyó
y escéptica dijo que era capaz de escribir
mejores poemas en media hora, y lo hizo.
Accidente con un burro en la carretera.
Intento de suicidio en Cabarete.
Taquicardia.  Hepatitis.  Hígado jodido.
Satanizado en Europa del Este.  Pateado por mexicanos en Chicago.
En Montecristi una mesera me amenazó de Muerte
(ahora mismo, clava alfileres en un muñeco idéntico a mí).
Los vecinos sueñan conmigo baleado.
Los poetas con dedicarme elegías.
Otros con rociarme gasolina en la cabeza
y arrojar un fósforo y ver mis rizos en llamas.
Otras con llevarme a la cama.
Y hace semanas un policía me detiene y me pregunta
Si yo no era el poeta que había leído poesía
aquella noche y le digo que sí y el policía
dice que son buenos poemas
y hace una reverencia a algo así. 

 

Foto: Frank Báez, poeta dominicano, por Yolanda Castaño.
  • Frank Báez

Long considered one of the leading poets of his generation, alongside such celebrated peers as Homero Pumarol, Frank Báez won the coveted Salomé Ureña Prize of the Dominican Republic in 2009, and he has continued to publish widely in anthologies and journals; his full-length collections include Este es el futuro que estabas esperando (Seix Barral, 2017).  His sense of humor, zest for life, fearlessness in melding pop culture with high culture, his fusion of spoken word energy with traditional verse, and his vision rooted in the quisqueyano experience make for a thrilling reading experience when discovering his verse. 

  • Anthony Seidman
anthonyseidmanphoto1

Anthony Seidman is a poet-translator from Los Angeles. In addition to publishing translations in Latin American Literature Today and World Literature Today, he has also contributed to journals like Modern Poetry in Translation, Bitter Oleander, Black Herald, Ambit, and New American Writing.  His latest full-length translations are Caribbean Ants (Spuyten Duyvil) by Homero Pumarol, Contra Natura (Cardboard House Press) by Rodolfo Hinostroza, and a limited-edition chapbook of Tomás Hernández Franco’s Yelidá, still available from Trainwreck Press (Canada).

PrevAnteriorDos poemas de El libro de los caballitos por Valeria Meiller
SIguienteTres textos con fotografías de Asfalto-Infierno por Adriano González Leon y Daniel GonzálezNext
RELACIONADOS

The Book of Affects, translated by Ilze Duarte

Por Marília Arnaud

No he vuelto a escuchar los pájaros

Por Vicenta Siosi

Bonita, bonitica, me decía mi abuela. Bonita me llamaba la vendedora de leche y la que pasaba todos los días montada en su burro pollino. Bonita, expresaba el que me…

La obra de arte y la gloria: una conversación sobre Cien años de soledad con Álvaro Santana-Acuña

Por Ignacio M. Sánchez Prado

Cien años de soledad del escritor colombiano Gabriel García Márquez es una de las novelas más famosas del siglo. Es la novela más leída en español después de Don Quijote…

Footer Logo

University of Oklahoma
780 Van Vleet Oval
Kaufman Hall, Room 105
Norman, OK 73019-4037

  • Accesibilidad
  • Sostenibilidad
  • HIPAA
  • OU Búsqueda de trabajo
  • Políticas
  • Avisos legales
  • Copyright
  • Recursos y Oficinas
Actualizado: 20/02/2024 01:30:00
Facebook-f Twitter Instagram Envelope
Latin American Literature Today Logo big width
REVISTA

Número Actual

Reseñas

Números Anteriores

Índice de Autores

Índice de Traductores

PUBLICAR EN LALT

Normas de Publicación

LALT Y WLT

Participar

Oportunidades para Estudiantes

CONÓCENOS

Sobre LALT

Equipo Editorial

Misión

Comité Editorial

LALT BLOG
OUR DONORS
Suscribirme
  • email
LALT Logo SVG white letters mustard background

Subscriptions

Subscribe to our mailing list.
LALT Logo SVG white letters mustard background

Suscripciones

Suscríbase a nuestra lista de correos.