Los wayuu habitan la península de la Guajira a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela y son la comunidad indígena más numerosa de Colombia. La Guajira se divide geográficamente en Baja, Media y Alta Guajira. La Baja es la parte sur y por esta razón las comunidades que viven allí tienen mucho más contacto con el resto del país y los arijunas. La Alta Guajira, más desértica, está mucho más aislada y es la zona más septentrional de Sudamérica. Recorrer la Alta Guajira cuando el clima lo permite, es atravesar un desierto que parece sin límites, pero que en Punta Gallinas finalmente termina en el majestuoso Mar Caribe.
La comunidad wayuu se encuentra organizada políticamente en e´irüku o clanes, la palabra literalmente se traduce como ‘carne’ y normalmente los miembros de un clan se consideran familiares. La filiación clanil se define por el lado materno y las mujeres tienen un lugar muy importante en esta comunidad. Teniendo en cuenta este hecho no es una sorpresa que dos de los tres escritores invitados a participar en este dossier sean mujeres.
La literatura wayuu tiene una larga y rica tradición, tan larga como la historia del pueblo mismo. La sabiduría y las historias wayuu han encontrado su camino hasta nuestros días a través de muchos medios, la música, el relato oral, los tejidos, etc. Luego, a mediados del siglo XX, cuando Antonio López escribió el dramático relato “Los dolores de una raza” (1957), la literatura wayuu encontró en la escritura, una nueva forma de narrar. Al hacer un recuento de las primeras obras publicadas por escritores wayuu, es fundamental mencionar a Ramón Paz Ipuana (1937-1992) y a Miguel Ángel Jusayú (1933-2009) quienes abrieron el camino para toda una nueva generación de escritores e intelectuales indígenas tanto en Colombia como en Venezuela.
Estos escritores cimentaron las bases de una tradición literaria, de la que son herederos los escritores de nuestro dossier: Vito Apüshana, Estercilia Simanca y Vicenta Siosi. Estos jóvenes escritores wayuu, junto a otros nombres como Rafael Mercado Epiayú y Juan Pushaina, son la nueva cara de un linaje milenario de narradores.
En el presente dossier hemos reunido varios poemas de Apüshana, una carta/manifiesto de Simanca y un cuento de Siosi. Estos textos son traducidos al inglés en esta revista por primera vez. Acompañando los textos literarios, hay dos artículos sobre los escritores, el primero del profesor Juan Guillermo Sánchez, quien escribió un lúcido ensayo sobre la poesía de Vito Apüshana y el segundo, un artículo que escribí yo misma sobre la obra de Estercilia Simanca.
En los poemas de Vito Apüshana que hemos seleccionado para esta edición, se evidencian los temas y la sensibilidad de este poeta, quien en el 2000 ganó el prestigioso Premio Casa de las Américas. Apüshana nos deja entrever en sus poemas fragmentos de su Guajira natal. La naturaleza guajira y la cultura wayuu se trenzan en sus poemas creando un espacio íntimo, de algún modo místico.
Por su parte el texto de Estercilia Simanca busca ser un manifiesto de su poética, del lugar que ella misma se asigna como escritora y de la noción de literatura del Abya Yala. Simanca es una mujer con una personalidad fuerte y crítica, lo que se evidencia en su texto. Algunas de las preguntas que la escritora se hace en “Pulowi de Uuchimüin”, son extremadamente pertinentes al hablar de la literatura indígena en nuestro continente.
Finalmente, el texto de Siosi, aborda la realidad de algunas mujeres wayuu desde una perspectiva descarnada y absolutamente necesaria. Los wayuu no son solo una comunidad cultural y artísticamente muy rica, sino que también como cualquier otra cultura, se enfrenta a graves problemas sociales, uno de ellos es el matrimonio infantil y la pobreza. Estos temas son abordados en el cuento “No he vuelto a escuchar los pájaros”, donde la autora reflexiona sobre la maldición que puede significar ser una niña hermosa dentro de su comunidad.
Aparte de los tres textos literarios que aparecen en el dossier, tenemos también dos textos de análisis sobre la literatura wayuu. En el primero, Juan Guillermo Sánchez escribe sobre la poesía de Vito Apüsana. Sánchez no solo es un académico y profesor, sino que también es poeta, lo cual se evidencia en su muy pertinente ensayo. De igual forma Sánchez, junto a Lorrie Jayne, nos colaboraron en esta edición con la traducción al inglés de los poemas de Vito.
En el segundo ensayo, yo hago una reflexión sobre la obra de Estercilia Simanca y su importancia no solo como escritora sino como activista y abogada. La producción literaria de Simanca, desborda los límites de la escritura, para afectar la realidad. En mi artículo busco encontrar algunos de los temas recurrentes en la obra de la autora y trató de entender su literatura desde el complejo contexto en el que está inscrita. Tanto Sánchez como yo reflexionamos sobre dos autores a quienes conocemos y con los que hemos compartido ya por largos años.
Este dossier es una oportunidad para dar a conocer la obra literaria de tres importantes escritores wayuu, tanto para los lectores hispanohablantes como para los angloparlantes. El éxito de este esfuerzo está enmarcado en el maravilloso trabajo que el equipo editorial de LALT ha venido realizando. Es muy importante reconocer el espacio que la revista ha abierto para la publicación y difusión de los escritores indígenas. Este a su vez, responde a la necesidad de abrir el canon de la literatura latinoamericana a escritores que en el pasado fueron excluidos del canon, pero cuya importancia es cada vez más evidente. Los invitamos entonces a leer y disfrutar los textos de estos tres escritores y ojalá que estas lecturas se traduzcan en un aún mayor interés por su producción literaria. La literatura wayuu contemporánea es como ese viento fresco y renovador que a veces les llega a quienes se aventuran en el desierto.
Ana María Ferreira