Me sobrepongo porque no me puedo sobreponer.
Mi vida la enderezo con un látigo,
otra tension, otra tranquilidad,
si devuelvo la distancia que acorto,
si me levanto y corto algo de mí.
He llegado a está hora arrastrando mi cuerpo por todos los momentos.
Sirvo la sangre herida sin huella material.
La historia que me arranco ¿Cómo la tomarás?
Surge la madre que retiene por siempre
a su hijo en el vientre.
Y decide vivir, mientras se ahoga.