Paul Guillén: Aguas móviles: Antología de la poesía peruana 1978-2006
Aguas móviles es una antología que recoge las voces de poetas peruanos nacidos entre 1952 y 1982 y que empiezan a publicar sus primeros libros entre 1978 y 2006. En otros términos, comprende la producción poética de los años ochenta, noventa y principios del S. XXI. La selección se organiza a partir de un cuestionamiento teórico a la idea de “generaciones poéticas”, fraseo que aglomera un grupo de personas bajo criterios a veces inconsistentes o inconexos. Paul Guillén apela a la continuidad temporal, la cual le permite desarrollar una lectura procesual de los “flujos, variables y constantes de la poesía peruana”.
Roger Santiváñez: Sagrado: Poesía reunida 2004-2016
Sagrado reúne la obra poética de Roger Santiváñez escrita entre 2004 y 2016 pero también incluye algunos poemas que datan de 1979 y 1999. Desde que dio a conocer Antes de la muerte (1979), su primer libro, Santiváñez ha construido una poesía que se define por una de las voces más importantes de la poesía peruana al mismo tiempo que nos hace partícipes de un universo en el que la búsqueda de armonía y equilibrio se da a través de la transgresión que nace de una mirada escéptica.
Antonio Deltoro: Poesía reunida (1979-2014)
Cuando uno lee los poemas del Antonio Deltoro, se instala una paz que nos hace mejores. Mejores para ver los secretos de un mundo que pulsa de vida, de las personas anónimas y tan parecidas a nosotros, mejores lectores de las emociones, los atardeceres.
Adalid de la poesía en cámara lenta, de lo cotidiano, de una experiencia vital que no se extingue a sus casi 70 años, encontrarse con un poema de Deltoro quizá no sea leerlo a él mismo, pero sí produce una sensación parecida a la de luz que se posa “sin que nadie la enturbie” en una pared, para hacer referencia a otro de sus poemas, “Sol en un cuarto vacío”.
Guillermo Sucre: La máscara, la transpariencia: Ensayos sobre poesía hispanoamericana
En La máscara, la transparencia, Guillermo Sucre presenta un estudio riguroso, sobrio y, sobre todo, sentido de la poesía, es decir, un estudio que sigue más a los textos que a sus autores. Por esto, nos dice, elige ese título: tomada de José Lezama Lima, la imagen nos revela la posibilidad del poeta de hacerse invisible y dejar que su poesía hable por él.
La selección de las obras comentadas privilegia, no una preconcepción de lo “representativo”, sino lo que su autor ha llamado el carácter hispanoamericano: “sus búsquedas, sus obsesiones, su conciencia de la realidad y de la historia, su fascinación por ciertos mitos, la continua pasión por un mundo utópico”.
Sergio Chejfec: Teoría del ascensor
Los textos que componen este volumen, a pesar de ser heterogéneos, están nivelados por ese tono impersonal pero incisivo, desapasionado pero intelectualmente conmovedor que caracteriza la prosa chejfequeana. Es en este sentido, un diario desordenado y sin fechas, que a media voz, nos narra acontecimientos, ideas, reflexiones, crítica literaria y fugaces anécdotas que confluyen en la propia itinerancia vital del narrador.
Jotacé López: Arboretum
Un miembro del cuerpo de vigilancia de la montaña relata sus experiencias junto a un poderoso capataz del futuro, mientras emerge de la semiconsciencia en la asepsia del hospital. Ha sobrevivido un torbellino de intrigas, tráfico de extremidades humanas y supuestas revueltas en una isla dominada rígidamente por la Corporación, donde en algún momento se imaginó útil.
Una madre y su hija, atravesadas por una relación tensa que se desplaza entre el remordimiento y la ternura, se ven atrapadas en un mundo donde la lucha ambientalista, manipulada por la desinformación y los poderosos, logra el exacto opuesto de lo que se propone. Un ojo ajeno a sus circunstancias da con ellas mientras se dedica a espiar y tratar de atrapar a un traficante de antigüedades; en el proceso, descubre que la Collision Space Agency, organismo que ha financiado su misión, busca cuatro piezas de los restos de un palacio imperial de la India. En torno a las piezas ha crecido la leyenda; una de ellas se encuentra, al parecer, muy cerca de aquella madre que, habiendo sido activista ambiental, se lanzó a buscar las razones de la catástrofe en la que perdió a sus hijas menores.
Arboretum, libro de solo dos cuentos, logra ensamblar un mundo del futuro en una isla curiosamente parecida a Puerto Rico y terroríficamente cercana a las posibilidades que se vislumbran a partir de las relaciones sociales y económicas que se enfrentan hoy día. La explotación humana llevada al peor de los extremos, el control absoluto de los medios de subsistencia y de los organismos de salubridad a manos de un híbrido entre el Estado y los intereses privados, la desinformación intencionada, el tráfico y la venta de datos manipulados por el gobierno en connivencia con cierto tipo de mafia para aplastar los movimientos de resistencia son los elementos que sostienen el mundo de Arboretum. A través de dos tramas impecables y, a ratos, con matices novelísticos, estos cuentos nos muestran que lo terrible de la humanidad es que se repite a través de los tiempos, o como dice el autor, quizás eso sea lo maravilloso de ella.
Braulio Fernández Biggs: El ciego y los tuertos
El libro de Braulio Fernández Biggs es una obra sorprendente que reúne 14 textos, una colección de relatos breves. La sorpresa -que no es necesariamente un mérito-, aquí, aflorando desde distintos flancos, mantiene al lector bajo sobresalto extraño y fascinante.
Desde luego, cada texto y el conjunto de ellos plantean un riesgo formal para el autor, al borde de la experimentalidad. No espere el lector, por lo mismo, una antología tradicional de cuentos, regidos por la antigua regla del planteamiento, clímax y desenlace. No, nada más alejado de los relatos de Fernández, los cuales poseen una trama evasiva, escurridiza y fragmentada. Hay una preocupación, no obstante, por darle una cierta unidad al libro, pero visto horizontalmente. Personajes, lugares y episodios se repiten de un cuento a otro de manera que se puede sostener que existe una segunda trama detrás de la trama, pero tampoco esa segunda trama tiene una corporalidad y visibilidad superiores a la de los relatos considerados por separado, aunque existe, al final, una “Coda” que, moderadamente, ata algunos cabos, creando una resonancia retrospectiva.
Fernández Biggs no le deja fácil la tarea al lector. De un lado, porque lo implica en un relato lleno de elipsis y sugerencias que el lector, cada lector, con su propia imaginación y su acervo de lecturas y experiencias, debe completar y, desde otro, en el texto figura una secuencia de citas preferentemente tomadas de la tradición literaria anglosajona, lo cual revela de cierta manera una filiación adoptada, que emerge de modo explícito o se encuentra camuflada en los pliegues de algún relato.
Pedro Gandolfo
Extracto de la reseña “Toda pasión está seca”
El Mercurio. Santiago de Chile. 09 de agosto de 2015
Cristina Rivera Garza: Había mucha neblina
En este libro, fascinante y experimental, de imprecisa ubicación genérica, Rivera Garza trama un personalísimo homenaje a la obra y vida de Juan Rulfo, a partir de una singular lectura, de la cual deja testimonio al confesar: “Cada quien tiene su Rulfo privado. El mío, mi Rulfo mío de mí, está tan interesado en producir una obra como preocupado por ganarse la vida. ‘Lo que pasa es que yo trabajo’, dijo alguna vez. En efecto, eso es lo que pasaba. Sus empleos en la iniciativa privada y en el gobierno federal lo llevaron por largas carreteras y por áreas del país que la modernidad alemanista exploraba sin cesar con el fin de identificar y explotar sus recursos naturales. Seguir sus huellas, eso es lo que hace este libro viajero que va del ensayo al cuento, de la crónica al experimento visual, mientras se mueve de los valles del centro hacia las montañas que cruzan el estado de Oaxaca. ‘¿Qué país es éste, Agripina?’, la pregunta que el maestro rural le lanza a su esposa al llegar a Luvina -ese pueblo zapoteco encaramado en la sierra norte-, sigue siendo tan válida hoy como entonces. Tal vez uno emprende un viaje así -a veces en auto y muchas veces a pie- para intentar, si no responderla, por lo menos plantearla otra vez, una vez más, en medio de la violencia que nos circunda.”
Fabio Morábito: Madres y perros
A través de las historias que conforman este libro, Fabio Morábito nos demuestra que la normalidad de la vida cotidiana es cualquier cosa salvo uniforme. En sus cuentos, la capacidad para torcer a través de detalles nimios el curso de los acontecimientos más comunes desemboca en situaciones extremas, donde la desesperación y la comicidad van a menudo de la mano. Y, por encima de todo, el tema de fondo de todos los libros de Morábito: la soledad, con sus momentos siniestros y también sus instantes luminosos.
Victoria de Stefano: Diarios 1988-1989: La insubordinación de los márgenes
Estos diarios de la novelista venezolana, Victoria de Stefano, escritos entre febrero de 1988 y diciembre de 1989, constituyen una especie de registro y compendio de reflexiones, apuntes y anotaciones en torno al cotidiano forcejeo con la propia escritura, el quehacer literario, la intimidad, la familia y las amistades, así como con problemáticas de orden social y político en el entorno local (ola de saqueos en la capital venezolana, denominados posteriormente como “el caracazo”) y en una escala planetaria (caída del muro de Berlín, matanza de Tiananmen), entre otros asuntos. Tramado desde una prosa siempre lúcida y elegante, reflexiva y penetrante, estos textos de de Stefano ponen en evidencia, una vez más, una de sus mayores virtudes, el logro de una difícil combinatoria: diafanidad y erudición comprometidas en el cultivo del arte de narrar.
Edición: Michael Redzich