Fanático del rock. José A. Bravo de Rueda. Lima: Hipocampo Editores. 2021. 159 páginas.
José Alberto Bravo de Rueda es un escritor multifacético que pertenece a la generación literaria peruana del ochenta. Aparte de ser docente universitario en una universidad norteamericana de Carolina del Norte, ha sido cuentista, novelista y poeta y baterista de una banda de rock. Su primera novela fue Hacia el sur (1992) y la segunda es Fanático del rock. Su última novela destaca por su recuento de los últimos cincuenta años de la historia social y política del Perú, junto a su paisaje sonoro. Como varios escritores peruano-estadounidenses, entre ellos José Castro Urioste en su novela ¿Y tú qué has hecho? (2001) y Natalia Sylvester en Chasing the sun (2014), sostiene que el último periodo histórico de la república peruana empieza con el gobierno de Juan Velasco Alvarado en 1968 y termina en 2015, año desde el que se enuncia la novela. Pero, en vez de considerar que el Perú empezó su peor crisis en 1968, como lo hacen muchos conservadores, en Fanático del rock se sugiere que ocurrieron muchos cambios positivos hasta 1975 por lo menos, pero luego siguió un proceso de restauración conservadora. Para diferenciar las diferentes fases de este periodo deja de contar una historia lineal y salta del presente al pasado. De la misma manera que otro escritor peruano-norteamericano, Rafael Dumett, en su novela El espía del inca (2019), revisa el pasado peruano para encontrar las razones de la situación crítica actual y utiliza el género policial.
Fanático del rock comienza en un pasado cercano que se puede identificar como el periodo post conflicto interno en el Perú. En este lapso, que se inicia en 1993 y se prolonga hasta hoy en día, la violencia continúa. La mayoría de asesinatos, secuestros, masacres de ancianos, mujeres y niños ocurre a causa de luchas socio ambientales y control de territorios urbanos y rurales por organizaciones criminales. Para narrar el paso de la lucha armada entre grupos subversivos, militares y policía a la violencia delincuencial, imagina el secuestro de la banda británica The Rockin’ Bones (alter ego de los Rolling Stones). Los músicos ingleses son raptados por el ex comandante del ejército peruano Fernando Augusto Goicochea Muncha, en su ruta al auditorio donde darán un concierto. Su fanatismo por el rock lo lleva a planear el secuestro con el único propósito de tocar música junto a sus ídolos. Este oficial, entrenado en los Estados Unidos, fue dado de baja por sus excesos psicópatas en la tortura y ejecución sumaria de sospechosos de pertenecer a Sendero Luminoso.
La novela de Bravo de Rueda no se aleja de la realidad. Una vez terminado el conflicto interno, un número reducido de organizadores e integrantes de comandos de la muerte (Grupo Colina) y torturadores de las fuerzas armadas fue enjuiciado y puesto en prisión. El comandante Goicochea representa a aquellos miembros de los aparatos represivos cuyos crímenes quedaron impunes a cambio de su silencio. Para aminorar los efectos del desempleo se convirtieron en delincuentes comunes al negarse a devolver el armamento al ejército y tener las habilidades militares para llevar a cabo operaciones exitosas.
Goicochea tiene como antagonista al detective Jorge Arteaga, a quien la policía nacional le ha dado la responsabilidad de investigar y capturar a los responsables del secuestro del grupo de rock. Por la profesionalidad con la que se realizó el secuestro, Arteaga está seguro de quién es el líder de la banda criminal desde un principio. Conoció a Goicochea durante el gobierno de Velasco Alvarado. Ambos coincidieron en un curso de inteligencia que les fue ofrecido tanto a oficiales del ejército como de la Policía de Investigaciones del Perú. Ambos aprendieron varios procedimientos para reprimir a subversivos en guerras de baja intensidad. Luego de su entrenamiento participaron en operativos antisubversivos. Cuando Arteaga informa a sus superiores que es inminente la captura de Goicochea, extrañamente le quitan el caso. Los altos mandos tienen el temor de que Goicochea negocie su libertad dando información que pueda llevar a juicio y prisión por violación de derechos humanos y enriquecimiento ilícito durante el conflicto interno.
La novela, en los siguientes capítulos, explora los pasados de los dos protagonistas. En su caracterización, desmantela prejuicios y estereotipos que tienen vigencia en el Perú actual. Goicochea, gracias a su persistencia y talentos, asciende socialmente a través de la migración de Ayacucho a Lima y su ingreso a la Escuela de Oficiales del Ejército del Perú. Por su capacidad de organización y rapidez en la toma de decisiones tiene éxito en sus actividades militares. Mientras el detective, perteneciente a la clase media alta limeña, realiza un descenso social. El hijo de profesionales independientes deja la universidad para convertirse en detective en la escuela de oficiales de la PIP para seguir su vocación. Gracias a sus capacidades de análisis y planificación fue uno de los cerebros que contribuyó a la captura de Abimael Guzmán, sin recibir el debido reconocimiento.
En Fanático del rock, para dar cuenta del acontecer histórico, se nombra a diferentes presidentes de la república peruana. El lector tiene el desafío de ubicar las acciones temporalmente con esta información. Del mismo modo, con cierta nostalgia, se hace un recuento del consumo musical masivo desde el gobierno de Velasco Alvarado hasta el 2015. Su aporte es que, en vez de relacionar un gusto musical con orígenes regionales y sociales, a sus personajes les puede interesar géneros musicales locales y extranjeros. Por ejemplo, el ayacuchano y quechua hablante Goicochea no sólo escucha y baila huayno sino también el rock.
En resumen, en esta segunda novela de José Alberto Bravo de Rueda ensaya una explicación del proceso histórico social de los últimos cincuenta años signados por la violencia utilizando el género policial: las reformas del general Velasco que trataron de resolver los problemas más álgidos con el fortalecimiento de un estado de bienestar. Sin embargo, la restauración conservadora, iniciada por el dictador Morales Bermúdez (que introdujo el neoliberalismo y las democracias autoritarias), desmanteló los intentos de construir una mejor sociedad para todos los ciudadanos peruanos. En esta fase de la historia peruana, la violencia armada, la corrupción y el aumento de actividades criminales han llevado a la creación de un narco estado. Asimismo, va más allá de los discursos de piedad y demonización con los que se ha representado a los subversivos de este periodo. Con su oído entrenado reconstruye sus paisajes sonoros. El final de la novela indica el escepticismo de que poco va a cambiar en el futuro.
Ulises Juan Zevallos Aguilar