Catecismo salvaje/Catecismo moreninho. Wilson Alves-Bezerra. Jesús Montoya, tr. Cali, Colombia: El Taller Blanco Ediciones, 2021. 60 páginas.
El Taller Blanco Ediciones agitó su catálogo a comienzos del 2021 con la publicación de Catecismo Salvaje/Catecismo moreninho, de Wilson Alves-Bezerra traducido por Jesús Montoya. Wilson Alves-Bezerra es poeta, traductor de grandes nombres de la literatura latinoamericana (como Horacio Quiroga y Alfonsina Storni), crítico literario y profesor de literatura en Brasil en la Universidad Federal de São Carlos. Catecismo moreninho es el quinto libro de este autor que en 2016 empezó a ocupar un lugar destacado en las letras brasileñas al ganar el Premio Jabuti, uno de los más importantes premios literarios de Brasil, con su libro Vertigens (poemas en prosa, Iluminuras, 2015).
Una editorial colombiana, un libro bilingüe, un escritor brasileño y un traductor venezolano. Este es el proceso editorial de este libro nacido en pandemia, proceso que refleja de alguna manera la migración de voces que el propio libro sustenta en sus poemas traducidos a un “portuzuelano”, volviéndolo un libro aparte al de la versión brasileña no solo porque se trata de una selección de poemas de otras obras, es decir que no hay tal versión brasileña, sino porque la versión bilingüe lo vuelve un nuevo producto artístico. Dice, al respecto, Jesús Montoya rememorando la idea de “transcreación” de Haroldo de Campos: “Como traductor, transfiguro la voz, me apego y alejo de ella, de su ritmo y quiebre como experiencia audible. Catecismo salvaje es una transcriação en migración, lo que está falado, dito, inscrito na voz, es pluriforme en portuzuelano desde el signo como traspaso”. Catecismo salvaje/Catecismo moreninho, de Wilson Alves-Bezerra es una traducción montada sobre una cámara de ecos de diferentes idiomas y de diferentes registros, pero también de experiencias similares entre el autor y su traductor. El trasfondo militarizado del autor brasileño resuena en la vivencia venezolana del traductor, como él mismo señala en el prólogo: “La recreación y articulación de la caja de resonancia me es sugestivamente apropiativa para, por medio de ella, también hacer eco de la violencia actual venezolana como trazo.”
El libro de Wilson Alves-Bezerra es un libro que se publica en un momento aterrador políticamente en Brasil (y en Venezuela) y en plena pandemia. Es un libro de poemas donde aparecen todas juntas y llevadas al extremo frases que explican el Brasil actual para el cual, según dice un verso del libro, pareciera que “los poemas no sirven de nada”. En este sentido se puede decir que Catecismo salvaje/Catecismo moreninho es un libro sustentado enteramente desde la idea de sátira. La sátira, por definición, es un juego entre el texto y ciertos elementos extra textuales, es una forma literaria que remite directamente a un afuera que se considera cuestionable y se quiere ridiculizar. La sátira se monta a partir de un distanciamiento con respecto a un aspecto social o moral que oficia de telón de fondo bajo el mensaje implícito que parece decir “no podemos seguir considerando seriamente esta realidad”. Este desdoblamiento apunta, en definitiva, a producir un efecto movilizador: desestabilizar discursos, romper convicciones y abrir nichos en el status quo.
Las voces satirizadas que resuenan en este libro, por más grotescas que se figuren, no dejan de develar toda su crueldad pero se vuelven, al mismo tiempo, en este gesto, un conjunto despreciable. El libro de Wilson Alves-Bezerra nos enfrenta con la toma de la palabra de un torturador, de un pedófilo, de los “brasileños huevones” que creen “que aunque el presidente siga matando mujeres, /indios, negros y maricas con sus frases milicas,/ vamos a seguir perdonándolo como cabras,/ porque el presidente es un hombre como cualquier otro,/ un tipo normal, del pueblo, / asustando de la boca para afuera/ a uno que otro monstruo”. Son voces escuchadas desde los sótanos de tortura, que tienden túneles con otras torturas y dictaduras de nuestra América, llevándonos también al Chile de los “pacos” que hace poco han dejado ciegos a quienes se vuelven fácilmente estadísticas, mientras otras personas visitan el Estadio Nacional.
El libro de Wilson Alves-Bezerra es una caja de resonancia en donde resuenan y se despliegan en todo su esplendor las voces que explican el Brasil de estos últimos años que los brasileñistas no terminamos de entender pero que estuvo allí desde siempre, gritante, ese Brasil cuyo deporte más ejercitado es eso que el autor llama el “tiro al negro” y no la “antropofagia” oswaldiana ni el “pau brasil”. El modernismo no sirve para entenderlo, el “pau brasil”, aquel árbol que dio nombre al país y título a una de las obras más importantes del modernismo brasileño es, en realidad, “El pau do Brasil”, la pija de Brasil, como se titula otro libro del autor (poemas en prosa, Urutau, 2016- 2020, cinco ediciones en Brasil, dos en Portugal) y como lo desarrolla de otro modo el poema de Catecismo Salvaje/Catecismo moreninho titulado “Oda nacional”
Brasil es un país del futuro
Del sarampión
Del bebé que nació muerto
Del bebé jodido y mal pagado.
Brasil es torcido
La recta es la nueva curva
La burka es el nuevo bikini.
El fin de todo es la nueva alborada.
Retomando el último verso de este poema, es posible pensar que es desde ese fin que está escrito este libro, que tampoco es del todo un libro, sino que empieza siendo un CD (al que se puede acceder por YouTube), donde la voz del mismo autor ensaya travestir sus cuerdas vocales en un vehículo de descarga de las voces siniestras que lo rodean, acompasado por un ritmo musical que acompaña esa conmoción prologándola quizás hasta la palabra escrita que leemos en esta publicación. Se trata de un libro impreso que es, sobre todo, proceso sin reserva de derechos (el libro se puede bajar gratuitamente de la página de la editorial) y que, esperemos, pronto sea leído como una sátira de los discursos que formaron parte de un Brasil que no queremos nunca más.
Lucía Tennina