Cerca del corazón salvaje. Clarice Lispector. Buenos Aires: Corregidor. 2020. 192 páginas.
La literatura de Clarice Lispector empezó a despuntar en las bibliotecas de los lectores de habla castellana allá por los años 70. La editorial Sudamericana se embarcaba entonces en la publicación de los libros de esta escritora inclasificable tanto desde sus escritos como desde su personalidad. Esta casa editorial argentina, representante del conjunto de escritores del llamado “boom” de la literatura latinoamericana, incluyó en ese momento en su catálogo a esta escritora como un gesto, quizás, de dar un toque femenino a ese panteón que hasta entonces se había proyectado desde la pluma masculina. Clarice, enseguida, fue recibida en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 1976, dialogó en su estilo esquivo y sintético con los periodistas que trataron de clasificarla bajo modelos conocidos, a veces, no tanto desde su escritura sino desde su condición de mujer, con novelistas como Martha Lynch y, otras, en diálogo con ese realismo maravilloso que podía leerse en el autor local Julio Cortázar.
La literatura de Clarice, sin embargo, no fue reeditada inmediatamente luego de esa entrada por la puerta grande al mercado latinoamericano. Más allá de algunas ediciones aisladas, sus libros se podían conseguir solamente en librerías de “usados” (o “leídos”). Recién en los años 2000 la obra de Clarice empieza a ser publicada nuevamente por la editorial española Siruela, con libros de tapa dura y con la imagen de la escritora en cada una de sus tapas, como si sus escritos fueran algo así como escritos de una vida. El número de lectores de Clarice comenzó a crecer nuevamente, pero el acceso no era fácil para el público latinoamericano principalmente por el costo de los libros. Unos años después, sus libros comenzaron a despuntar nuevamente en editoriales argentinas, como Adriana Hidalgo y Cuenco del Plata, y volvieron a poblar las bibliotecas de los lectores latinoamericanos, con reediciones de obras ya editadas en los años 70 o con sorpresas editoriales, como la compilación en dos volúmenes de sus crónicas.
Una editorial que, obviamente, fue acercándose poco a poco a la obra de Clarice es la editorial argentina Corregidor, que consiguió ya un capítulo central en la historia de la literatura brasileña en el mercado editorial hispanoamericano con su colección Vereda Brasil. Esta colección, dirigida por los brasileñistas Gonzalo Aguilar y Florencia Garramuño, cuenta ya con 36 títulos de literatura brasileña, 10 de los cuales son libros de Clarice. Desde el 2010 Corregidor se viene ocupando de comprar los derechos de la obra completa de ficción de Clarice en español, logrando montar, por primera vez, el conjunto de su obra dentro de una misma colección con la proyección, hasta el momento, de llegar a publicar 13 títulos de la autora. Desde entonces, comenzó un nuevo hito de la obra de esta autora en relación con su recepción en Latinoamérica: sus textos empezaron a conformar, por primera vez, no tanto un corpus, sino, dicho barthesianamente, un “cuerpo”, hecho fundamental para dar cuenta de una obra donde el objeto libro más que un producto, es parte de un proceso que se escribe, reescribe y hace eco bajo diversos títulos.
Sumado al valor de estas reediciones por parte de la casa editorial dirigida por Manuel Pampín, una de las editoriales independientes más importantes del mundo de la edición latinoamericana, esta colección en la que se enmarcan los libros de Clarice tiene la particularidad de acompañar sus ediciones con textos críticos firmados por especialistas no solamente argentinos, como pueden ser los propios directores de la colección, sino también brasileños o norteamericanos, como Vilma Arêas, Ítalo Moriconi o Benjamin Moser. Las traducciones, por otro lado, tienen la característica de ser realizadas por los mismos investigadores, hecho que hace que se respeten algunas construcciones verbales propias del lenguaje clariceano o algunos usos particulares de los signos de puntuación que, en otras traducciones, como la primera de La pasión según GH, no se tomaron en cuenta y se reemplazaron sin más, como los siete guiones del inicio de la novela que en aquella versión al castellano aparecieron como tres puntos suspensivos. La traducción en manos de especialistas hace que la lengua de Clarice sea tratada en su materialidad, sin necesidad de volver a recordar la explicación contundente de la autora al linotipista que se puede leer en sus crónicas: “no me corrija. La puntuación es la respiración de la frase y mi frase respira así. Y si a usted le parezco rara, respéteme también. Incluso yo me vi obligada a respetarme”.
El más reciente libro publicado por Corregidor que forma parte de la serie de reediciones y retraducciones en esta nueva fase de la obra de esta autora en el mercado editorial latinoamericano es su primera novela Cerca del corazón salvaje, que Clarice publicó por primera vez en 1944, con tan solo 24 años. La traducción y el estudio inicial que hace las veces de prólogo están a cargo de Florencia Garramuño, quien logra mantener en su pasaje al castellano la característica que más llamó la atención de esta obra en su época y que Garramuño define como una operación que consiste en “comenzar a hacerle decir a la literatura aquello que no parecía poder ser narrado con las estructuras que había heredado”. La historia de la protagonista Joana que se expande en esta narrativa tratando de pulsar ese corazón salvaje se presenta en esta reedición desde una traducción profundamente sensible al vaivén que fluye en la vida de esta protagonista con la lengua como escenario principal.
Cerca de corazón salvaje es la historia de Joana contada desde un flujo narrativo que serpentea, como la víbora con la que se identifica la protagonista, por varios momentos cronológicos de su vida, por algunos acontecimientos y, sobre todo, por estados interiores, por objetos y situaciones mínimas, con personajes secundarios y otros más centrales, que van dando una densidad inusitada a este texto que marca un nuevo momento en la literatura brasileña. La historia de esta mujer, trazada desde los espacios inexplorados de la lengua y la subjetividad, se monta desde la intuición precoz de la inexistencia del bien y del mal, con un eco spinoziano que delata el interés de la autora por ese filósofo. Cerca del corazón salvaje es la historia de una mujer a quien no le pesa la moral sobre su género, es decir, es la historia de una mujer que no actúa de acuerdo al conjunto de reglas y valores de acción prescritos, sino que sostiene su existencia desde una ética que tiene que ver con las opciones internas que lleva a cabo intentando no sujetarse estrictamente a esos sistemas. La pregunta que guía la existencia de esta protagonista y el modo en que cada palabra del libro se va montando es no cómo debo vivir (y contar) sino qué vida es la que quiero vivir (y contar), pregunta que aún hoy y sobre todo en estos tiempos, vale la pena seguir formulándola. Esta nueva traducción que trae de vuelta el primer libro publicado de Clarice recuerda, una vez más, a cien años de su nacimiento, la contemporaneidad de su obra que pulsa en su forma misma de narrar.
Lucía Tennina