Itinerancias y discrepancias macondianas. Iván Ulchur Collazos. Quito: Universidad San Francisco de Quito Press. 2017. 208 páginas.
Este novísimo libro de Iván Ulchur Collazos viene prologado por el crítico Diego Araujo Sánchez quien, a todas luces, es buen conocedor de la trayectoria del autor. Araujo es, como tal, breve y contundente al evaluar el trabajo de Ulchur y al asegurarle al lector que las más de doscientas páginas que tiene ante sí van a ser una experiencia benéfica, aunque esta sea un tanto retadora de sus conocimientos sobre ese mítico Macondo y su complejo mundo referencial.
Araujo, y desde luego Ulchur Collazos, son asimismo muy conscientes de la copiosa y variopinta crítica que de los integrantes del Boom se ha producido en estos cincuenta largos años y de la cual Macondo, como epicentro de ese universo recreado por García Márquez, no podría escapar. Aquí quedarían centradas las itinerancias o el eterno devenir por los caminos reales e ilusorios de Macondo a los que el título del libro apunta. Las discrepancias, por otro lado, las vendrían a integrar todos aquellos enfoques y posturas propias y ajenas asumidas, defendidas y superadas gradualmente en calidad de juicios que hayamos hecho sobre ese Macondo feliz al comienzo (Arcadia), sitio en donde nadie era mayor de 30 años y nadie había muerto todavía y, a la vez, proscrito y maldito ante la evidencia del huracán bíblico (Apocalipsis). Macondo es un lugar visto e interpretado aquí como un microcosmos y una síntesis del Nuevo Mundo todavía por hacerse y a la vez ya deshecho, puesto que su final profético ha sido anunciado en los pergaminos del demiurgo Melquíades que el último Aureliano se apresura a concluir antes de la desaparición final del pueblo.
En el capítulo introductorio, Ulchur Collazos nos advierte sobre su novedosa propuesta macondiana, esencialmente mágica y solo ocasionalmente realista, que su libro vislumbra a manera de método esclarecedor y a la vez definitorio de lo que ha sido el tantas veces mentado y mal usado realismo mágico. Tal argumento viene formulado claramente a través de tres enfoques interconectados entre sí. Primero, el ontológico, que resume toda aquella idea de lo real maravilloso americano siguiendo de cerca a Carpentier y sus postulados originarios. Segundo, el uso discursivo y retórico del realismo mágico que, en la visión de Ulchur Collazos, iría desde Franz Roh y el neorrealismo de los años veinte hasta las interpretaciones poco convincentes que se le han dado al término a lo largo de estas décadas. Tercero, hay un tercer nivel menor, ingenioso y apropiado, al que el autor denomina con gran acierto “narrar con cara de palo”. Dicho término sirve para caracterizar aquella impavidez y serenidad con que García Márquez ha sabido contar lo sobrenatural e insólito como si fuese parte de lo trivial, real y cotidiano (v.gr. la subida al cielo de Remedios la bella, los 32 levantamientos del coronel Aureliano, la lluvia interminable, la prodigiosa Úrsula, la peste del olvido, la levitación del padre Nicanor Reyna, etc.).
En los cuatro capítulos subsiguientes (II-V), Ulchur Collazos ilustra con ejemplos sacados de la realidad literaria actual su manejo revisionista del realismo mágico, tal como lo interpreta y ve presente y actuante en tres escritores colombianos de gran relieve internacional —Laura Restrepo, Fernando Vallejo y AlvaroMutis— y uno japonés —Haruki Murakami— a quien, aunque distante geográficamente, también le han llegado las supuestas resonancias macondianas. Tal es el caso de su novela La caza del carnero salvaje (1992) y los mitos y leyendas niponas sobre el carnero de la buena suerte y estrella reluciente que se posesiona del personaje escogido.
La mencionada trilogía colombiana de Ulchur Collazos la integran Laura Restrepo en dos de sus primeros éxitos novelísticos: Dulce compañía (1995) y La novia oscura (1999), todo lo cual no hace sino confirmar que la escritora es gran conocedora desde muy temprano de la obra de García Márquez. Asimismo, Fernando Vallejo y toda su dialéctica sobre la violencia resumida en una oposición lúdica y alucinante de metaletra —la ciudad culta y letrada frente a la metralleta y Medellín como Medallo— de La virgen de los sicarios (1994) y sus nostalgias de la violencia irracional. Finalmente, Alvaro Mutis frente a la profunda desesperanza existencial que exhibe su personaje paradigmático, Maqroll, empeñado en una eterna errancia por los mares del planeta. En esa errancia, lo que importa es salir y no necesariamente llegar a un destino determinado, como se percibe en novelas como Ilona llega con la lluvia (1987) y Un bel morir (1989).
Curiosamente, estos tres narradores colombianos tienen en común su privilegiada cercanía a García Márquez y vivieron de cerca su vertiginosa carrera desde antes de Cien años de soledad. Por su parte, García Márquez fue especialmente deferente en sus apreciaciones que de ellos hiciera alguna vez. Bien conocida es, además, la entrañable amistad que le unía a Mutis en su exilio voluntario en México.
El libro se cierra con unas meticulosas consideraciones postreras sobre la metamorfosis gradual del realismo mágico a partir de su origen esencial, rural y campesino hacia una forma evolucionada de lo que el autor denomina populismo de todo tipo, cerrando con una breve cita desafiante de Blacamán, el bueno. Este representa la quintaesencia de lo mágico-realista, pues reta al público frente al cual ejecuta sus prodigios con esta frase: “Y a ver quién se atreve a decir que no soy un filántropo, damas y caballeros…” (198).
El libro de Ulchur Collazos es un texto logrado y oportuno que viene a zanjar todas esas interpretaciones vacías, parciales y carentes de soporte filosófico que sobre el realismo mágico han surgido dentro y fuera del mundo académico. Solo así se podrá dar a Dios lo que es de Dios y a García Márquez, mago y demiurgo de la palabra, lo que es indiscutiblemente suyo. Este es un libro ideal y de gran utilidad no solo para estudiosos sobre el vasto tema del realismo mágico, sino para cualquier lector interesando en este apasionante asunto.
Germán D. Carrillo
Academia Norteamericana de la Lengua Española
Marquette University
German Carrillo has been involved with Sigma Delta Pi, the National Collegiate Hispanic Honor Society, as advisor, then as a regional vice president and then as National President from 1999 to the present day. He is the first Hispanic president of this organization that started in 1919 at the University of Berkley in California. In addition, and because of his interest in interdisciplinary matters of all sorts, he is connected with developing the Spanish for the Professions Major as it applies to the business and economic world.