Dentro de mí
con calor estremecen
aquellos pájaros
En la escritura memorizo el olvido de los pájaros
Los ejercito
como si al vuelo
una libertad desarreglada encontrase hogar
Un libro blanco sin nombre aparente
Todo se vuelve un escabullirse entre palabras
Acontece la poesía ahí fuera del lenguaje
Nos amamos con el idioma del puente y el océano
como si el tiempo
retrocediese a su caverna
Podemos pasar para esclarecer que no hay olvido
ni tampoco hay pájaros
mucho menos lenguaje
Somos sagrados
Aire que adolece de cualquier verdad
En el calor
fuimos hijos del rojo
Antes del aire
Eran los nombres
vistos desde arriba
una estampa de abono
Lumen de tierra fértil
Madre abierta
con su aliento de pujo
Ahí andábamos
bandoleros del diablo
abriéndole paso al mito
que perece y retorna
vez a vez
porque nada puede
contra el origen
Las papilas del amor
dan lengua
al coloquio del Tiempo
Azul rocío
en el molar murmura
que hoy es belleza
Un pedir del amor
implora la muerte
en este alto diafragma que
insufla y suelta
Desquicia
el filo de la lluvia
que no entra
Está todo acerado
Solo una flecha
nos convida al traspaso
y la seguimos
para gotear lo sacro
de esta roja pureza
Te quiero hoy
libando de mis soles
como una noche
Del otro lado del puente
un tapiz de soles sitia a la lluvia
Parece que nosotros
lo amarilleamos todo
como un hueco de astro en la memoria
El paisaje alza la nostalgia
contrapeso de la bajante
Ni cuenta nos damos
siempre tan embelesados
distraídos por la encandilada
Al vaivén del arroyo entramos con aplausos
desprendidos de todo
¿Hay algo más vivo
que llegar así desnudos al fondo de los niños
y prometer lo que amamos para siempre
con los restos del sol
debajo de las uñas?
El gran camino
secuestra mi paseo
Llego al hogar
Camino por la casa
como si fuese una mansión de alas
donde pierdo los pasos
Resuenan con tacón fantasma
en la cúpula de la madera
Hay serpientes y joyas
briznas debajo de la cama
Se escucha el ronquido de una fiera
Su aliento caliente resopla
expide los olores que me atrapan
Pienso en nuevas palabras
que acompañan mi andar duradero
Qué fue lo primero
el círculo
o el huevo
Cuando tengo tanto para pensar
quedo perpleja
viendo cómo esos bigotes
se lamen a sí mismos
Un ovillo amortigua el golpe del vértigo
alrededor de las cosas más corrientes
No pretendo hacer mucho estruendo
pero es inevitable
que el bello que duerme
despierte
y tenga hambre