Ojo de Cuervo: Middletown, Delaware. 2022. 158 páginas.
Luego de la publicación de Díptico de la frontera (2020) se entrega al público lector La sombra del comandante (2022), la cual puede tenerse como una secuela de la Trilogía de la frontera de Luis Mora-Ballesteros, autor venezolano que ha venido desarrollando su faceta de escritor en paralelo con sus actividades de crítica literaria, difusión editorial y la enseñanza del español. Esta segunda novela continúa la ruta trazada en la primera por el periodista Juan Ángel Villamediana, quien, a través de su crónica Tierra mala y el blog Tierra Ajena, trata de dilucidar la verdadera identidad del comandante Ciro. En esta ocasión, los reportes de Villamediana sirven de base para una trama policial sobre la misteriosa identidad de dicho comandante paramilitar que actúa en la frontera colombo-venezolana. Sus investigaciones y la precisión de los detalles que ofrece en su crónica hacen que sea considerado por las autoridades policiales como un posible colaborador, y hasta se le vincula con los grupos armados que azotan a las comunidades ubicadas en la zona fronteriza compartida por los estados venezolanos de Táchira, Apure y Zulia con los departamentos colombianos de Norte de Santander y Arauca.
Mediante una escritura, sin duda, conectada con el realismo, Mora-Ballesteros describe paisajes de la geografía andina y fronteriza. Esta naturaleza se muestra imponente y sirve de marco a las acciones delictivas de los combatientes que actúan bajo las órdenes de un antagonista llamado el comandante Julián, quien se describe como un exsacerdote católico que organizó un grupo de hombres bajo su mando para perseguir y capturar a su enemigo, el comandante Ciro.
La voz narrativa experimenta con distintos tonos y esboza una delgadísima línea entre la realidad tangible de la frontera y la ficción, algo que no se aprecia con regularidad en el panorama de la novela venezolana contemporánea, que no suele abordar dicha problemática. Sin embargo, en el caso de esta novela, esto se aviene con la intención de exponer un microuniverso que está presente en la cotidianidad informativa de Venezuela. La sombra del comandante se acerca a esta dinámica de combinar ficción y realidad a través de diversas instancias de intertextualidad. Por ejemplo, las advertencias al lector, los manuscritos que se reescriben dentro de la trama, así como las llamadas telefónicas y los expedientes judiciales que se transcriben, generan preguntas sobre el contenido y función de estos artificios narrativos dentro de un discurso que busca ser verosímil. Asimismo, la estructura y divisiones textuales potencian la intriga dentro de un conjunto de complots en torno a la escurridiza figura del comandante Ciro, hasta llegar a sugerirse la participación de Villamediana en actividades criminales, como ya se adelantó. Esta situación compleja logra distinguir algunos de los problemas fronterizos relacionados con el poder de los grupos ilegales que manejan el contrabando y emplean el terror como mecanismo de control social sobre las poblaciones de la zona. El horror descrito en las páginas de La sombra del comandante, originado en la disputa entre viejos compañeros paramilitares, reitera acontecimientos que no son desconocidos en el territorio venezolano limítrofe con Colombia, como los que ocurren en las denominadas “trochas”, por las que circula el contrabando binacional, y que cobran insólito protagonismo:
A los cuerpos de otros criminales los vieron colgados de los puentes y pasarelas de Pedro María Ureña y San Antonio. Los habitantes de los pasos fronterizos entre Venezuela y Colombia, al sur y al norte del estado Táchira, ante el sinnúmero de víctimas de los ajusticiamientos y sicariatos, rebautizaron los cruces ilegales donde aparecían los cadáveres; renombraron plazas y pasarelas urbanas…
La sombra del comandante posee tres instancias narrativas desde donde surgen igual número de tramas: la búsqueda y captura del comandante Ciro; la persecución judicial de la cual es víctima Juan Ángel Villamediana; y el contenido de la crónica de este periodista sobre un exjefe paramilitar: el comandante Julián.
La ficción de la frontera de Mora-Ballesteros pone de relieve un conjunto de voces subalternas. Se hace eco y proyecta las circunstancias de un territorio agreste en permanente conflicto: ha podido elaborar un detallado cuadro de la vida en ese margen fronterizo común a dos naciones y que, en varias ocasiones, se convierte en una especie de revisión de su historia reciente. Asimismo, por medio de las crónicas del periodista Villamediana, los lectores se enfrentan al desafío de determinar el paradero y la verdadera identidad del cabecilla de un grupo paramilitar y supuesto líder de una banda de niños delincuentes que operaba en la frontera entre Colombia y Venezuela. Esto hace presumir que lo no resuelto en la primera novela, en relación con la interrogante que la atraviesa “—‘¿Quién es el Comandante Ciro?’” (Díptico de la frontera), tendrá una solución o un adecuado desenlace.
Tanto el título de La sombra del comandante, como el expediente contenido en el texto bajo el rótulo de “Apéndice 1”, funcionan como paratextos que suponen, además, un reto para el lector. El “último editor” de La sombra del comandante así lo advierte: “un hombre será puesto tras las rejas, se fugará poco después, las autoridades dejarán en manos de bandas armadas su búsqueda y captura, y de su huella solo quedará un rostro sonriente de ojos abiertos y de cara a un sol flamante que se extenderá en el horizonte de lo visible”. Se hace necesario un esfuerzo reconstructivo para completar el significado de esta historia que no es una, sino tres al mismo tiempo.
Los temas que se abordan incluyen el paramilitarismo y el poder de facto de las mafias que lideran el contrabando (principalmente de combustible) desde los pueblos venezolanos vecinos con Colombia. También se hace patente el gravísimo asunto de las extorsiones llamadas “vacunas”, con las que se amenaza y controla a la población en general. Se infiere, igualmente, el ocultamiento de capos de la droga en territorio venezolano, y se revelan los intereses del mundo editorial detrás del tratamiento informativo de estas y otras cuestiones.
Los hechos y las ficciones que se muestran en La sombra del comandante se exponen mediante el uso de un lenguaje híbrido que cabalga entre la crónica, la narración en prosa y el dialogismo. La historia va desarrollándose en planos temporales diferentes y tiene múltiples capas. Esta estrategia narrativa posibilita ampliar el horizonte de interpretación del lector, que podría adentrarse con distinta empatía hacia las tramas que acontecen en paralelo. Una propuesta de escritura que confirma el estilo de un autor para quien la música y el ritmo del relato, así como el desplazamiento y la interacción de distintas capas narrativas, juegan un papel importante.
José Francisco Velásquez Gago
Universidad de Los Andes, Venezuela