No debiera ser una sorpresa para nadie: este número viene dedicado a la traducción. Es parte de lo que hemos sido desde siempre, una revista multilingüe. Aunque no se diga en voz alta, la traducción literaria es parte de esta inaudita sociedad que compone la literatura escrita en cualquier lengua. Y este número quiere tratar de demostrarlo.
“El traductor está y no está solo; es algo más que un lector y algo menos que un autor”, escribe Juan Villoro en su ensayo “El traductor”. Oficio ejercido entre bambalinas, casi en secreto, el traductor es el lector más atento, ese personaje inédito llamado protolector y, al mismo tiempo, su voz solo existe a partir de otra voz, una que le es, en principio, ajena. A su manera, es también un autor; y, sin embargo, el mundo literario siempre se resiste a otorgarle el crédito que se merece. Sin las traducciones, estaríamos condenados a leer solo en un idioma, el nuestro, a desconocer otras formas de ver y expresar el mundo. No sabríamos que no somos únicos ni cuán distintos somos al resto. La traducción nos saca del aislamiento mediante el amor. Nos volvemos curiosos, leemos y, un día, estamos en Rusia y, al siguiente, en una selva amazónica, en Polonia o en China. Sin la traducción, nuestra vida intelectual —y no sería exagerado decir, espiritual— sería espantosamente desoladora.
En Latin American Literature Today hemos jugado un papel importante en la difusión de la literatura latinoamericana en traducción. Por eso mismo, en este número, el dossier de portada está dedicado a la traductora estadounidense Robin Myers, con una trayectoria ampliamente reconocida y muy prolífica por lo demás (para finales de 2025 habrá publicado traducciones de 25 libros de prosa y 20 de poesía). Cuatro autores y autoras, de distintas partes de América Latina, traducidos por Robin escriben sobre su relación con ella y su trabajo, comentan sus traducciones y lo hacen con una enorme gratitud. Una feliz coincidencia nos alegra: el dossier ha sido preparado por otro traductor, Arthur Malcolm Dixon. Cada vez que un autor es publicado en traducción, debiera alegrarnos: un pedazo del mundo, por minúsculo que sea, se ha acercado un poco más a nosotros.
El segundo dossier viene dedicado a una de las figuras más legendarias de América Latina. Se trata de nada menos que Mafalda (la originalísima creación de Quino). Quienes crecimos con ella y su pandilla inolvidable —Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito, Libertad, Guille y la inolvidable tortuga Burocracia— sabemos de su importancia y de la imposibilidad de olvidarla. El motivo no es un capricho ni un aniversario, sino un hecho literario: la editorial estadounidense Archipelago acaba de sacar este año el primer volumen de Mafalda en inglés. La traducción estuvo a cargo del traductor irlandés Frank Wynne.
Mafalda quizás esté más actual y urgente que nunca. En la entrevista para el dossier de LALT, Wynne afirma que Mafalda viene de un mundo “no muy diferente del que muchos de nosotros, en distintos países, vivimos hoy”. Es cierto, el mundo parece regresar a sus males de siempre y esta niña precoz, curiosa y preguntona, está ahí para interrogarnos con su lucidez e inteligencia. Sus admiradores son incontables: García Márquez veía cada libro de Quino como una forma de felicidad, Umberto Eco la llamó “una heroína de nuestro tiempo” y Samanta Schweblin afirmó que su primer encuentro con la política y la filosofía provino de sus lecturas de Mafalda. La lista es infinita. Para mí, un encuentro con Mafalda confirma lo obvio: leerla es amor a primera vista.
Nuestros concursos literarios siguen disfrutando de buena salud. En este número 35 de LALT celebramos a la ganadora del III Concurso de Ensayos Literarios LALT 2025, la docente, lingüista e investigadora mexicana Xóchitl Tavera, quien se llevó el primer lugar con su ensayo “Espigadora de lo ínfimo: a propósito de Rosario Castellanos”. Cito algunas de los comentarios que el jurado dijo en su momento: “‘Espigadora de lo ínfimo: a propósito de Rosario Castellanos’ es un ensayo que, como la misma autora nos señala, ‘retoma a Rosario Castellanos para pensar la escritura como el gesto de espigar: agacharse, recoger y dar sentido’. […]. Tavera nos describe algunas claves del oficio creador y de la intensa biografía de Rosario Castellanos. […]. También es destacable la mirada flexible e íntima que sabe relacionar sin fisuras las citas y las menciones vinculadas con Castellanos, junto a las propias inquietudes intelectuales y vocaciones de quien escribe. Al pensar la obra y la vida de Castellanos, Xóchitl Tavera expone una efectiva y clara poética de una creadora que sigue buscando un lugar definitivo en la narrativa latinoamericana.” Nos alegramos por Xóchitl Tavera y la felicitamos por su estupendo trabajo.
¿Adelantos de traducción en este número? Varios. Publicamos a la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán, en traducción de Dick Cluster; al argentino Juan José Saer, en traducción de Helen R. Lane; y, del Perú, a Giancarlo Huapaya, traducido por Ryan Greene. Entrevistamos a traductores. La argentina Diana Bellesi habla de la traducción en poesía y de sus innumerables lecturas, que van desde Denise Levertov hasta Hilda Hilst. El español Carlos Fortea, quien tiene a su haber la monumental traducción de la biografía de Franz Kafka escrita por Reiner Stach (Kafka: Los primeros años; Los años de las decisiones; Los años del conocimiento), traducción con la que ganó el “XX Premio Ángel Crespo de Traducción”, también es traductor de escritores como Stefan Zweig, Joseph Roth y Thomas Sparr. En la entrevista que publicamos, hecha por Eduardo Suárez Fernández-Miranda, Fortea habla de su oficio como traductor y dice: “El traductor escribe. Escribe en su lengua, y mientras lo hace es consciente de que la va a llevar hasta sus límites para poder decir lo que dice otra lengua diferente. La labor del traductor es tensar la lengua sin llegar a romperla”. Esta última frase no es tan paradójica como parece a primera vista, también la podría haber dicho un poeta hablando de su oficio.
Así llegamos a este No. 35., con traducciones, adelantos y entrevistas, pero también con reflexiones sobre este oficio que nos hacen pensar y que debieran llevarnos a leer los libros traducidos como quien toma en sus manos a un ser criado con mucho amor y cuidado. En una conversación anterior para Latin American Literature Today, Robin Myers afirmó: “Me acerco a la traducción como una artista de covers” (LALT Nro. 22). ¿Qué se puede agregar a esta afirmación? Poco o nada, habla por sí sola, aunque no sería imprudente añadir un comentario personal, Robin es una de las pocas traductoras que traduce poesía del español al inglés. Este mérito no es menor, es una rareza, pero, sobre todo, un privilegio para la lengua española.