Hay quienes creen que no hay buenos escritores que permanezcan eternamente inéditos y probablemente tienen razón. Tarde o temprano los lectores del futuro acaban descubriéndolos. Las circunstancias que concurren para que esto suceda son muchas veces misteriosas, difíciles de explicar. ¿Por qué, cuándo o cómo se volvió a leer a un autor?, no son preguntas fáciles de responder. Uno se sentiría tentado a pensar que en literatura no existe el olvido total. Lo que se ha escrito también es parte de nuestra historia y quizás por lo mismo nada pueda ser completamente olvidado. La literatura es el archivo de la memoria y la imaginación. Y este es el caso de la escritora colombiana Albalucía Ángel que en este número presentamos en el dossier de portada. La rigurosa iniciativa de volver a poner a Albalucía Ángel en las páginas contemporáneas de la literatura colombiana pertenecen a nuestros amigos y corresponsales de LALT, Alejandra Jaramillo y Óscar Campo. Los lectores de LALT serán entonces los primeros testigos de una obra que comienza nuevamente a cruzar las fronteras colombianas y de la lengua española. Nos alegra que LALT sea la plataforma escogida para volver a leer a la mítica autora de Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón. Sospecho que todos quienes escribieron para este dossier (Jineth Ardila Ariza, Manuel Briceño y Aleyda Gutiérrez) pueden ser ahora vistos como esos lectores del futuro que antes mencionaba.
Otro dossier importante en este número —porque también es un homenaje y una lucha contra el olvido— es el organizado por nuestro Editor de Contenidos, Arturo Gutiérrez Plaza, con el cual buscábamos conmemorar los 5 años de la muerte del poeta peruano Eduardo Chirinos (1960-2016). Le agradecemos al poeta ecuatoriano Edwin Madrid, quien tuvo la iniciativa de hacernos llegar una crónica testimonial de su amistad con Chirinos, a propósito de esta conmemoración, justamente en este mes de febrero; a G.J. Racz por, habernos enviado, casi como una coincidencia, traducciones de un libro inédito de Chirinos, este simple hecho gatilló que nos entusiasmara la idea de dedicarle un dossier completo al extraordinario poeta que fue Eduardo Chirinos. Asimismo, quedamos en reconocida deuda con Jannine Montauban, heredera literaria y viuda del poeta, cuya ayuda fue central para armar este homenaje que es también una forma de decir que la poesía latinoamericana sigue viva.
Hablar de homenajes, tributos, reconocimientos, relecturas, es una forma de hablar de algo que es parte consustancial a la naturaleza misma de la literatura, quienes escriben, leen, traducen, hacen crítica literaria parecen estar hermanados por un profundo amor por la literatura. Puede ser exagerado plantearlo en estos términos, sin embargo, ninguna empresa literaria puede llegar a su fin si no está mediada por una relación amorosa con el texto que se lee o escribe. Y ese fue el caso de Octavio Paz, el tercer escritor latinoamericano en ganar, en 1982, el Premio Neustadt, y el segundo autor latinoamericanos que presentamos en nuestra “serie Neustadt”, la cual iniciamos en el número pasado con Gabriel García Márquez.
Lector obsesivo, poeta, intelectual, traductor, ensayista y dueño de una prosa inigualable en lengua española, Paz ha sido objetivo de ásperas controversias y adhesiones apasionadas. En este número nos beneficia la distancia (Paz murió en 1998). En este dossier concurren voces del pasado y el presente para hacer un recorrido a través de cuatro artículos que hacen un balance de Paz como traductor (Daisy Saravia y Christián Elguera). Anthony Stanton repasa el legado literario de Paz y coincidimos con él cuando dice: “Es más fácil evaluar a los escritores póstumamente. En vida existen demasiados obstáculos para una justa apreciación. Incluso el prestigio puede empañar la recepción de una obra”. La visita de Octavio Paz a la Universidad de Oklahoma no podía estar ausente. Dos veces estuvo Paz en Oklahoma y nunca dudó en destacar la cordialidad con la cual fue recibido en la ciudad de Norman. Así lo expresó él mismo: “Desde el día que llegamos a Oklahoma, Marie José y yo nos sentimos rodeados de una lúcida cordialidad que parecía una especie de correspondencia espiritual con el brillo de estos días de otoño”. Y así fue, gracias a World Literature Today —y fiel a la ya larga tradición de los Premios Neustadt de anticiparse al Premio Nobel de Literatura— Octavio Paz ganó el Premio Neustadt ocho años antes que el Nobel.
Vivimos tiempos de crisis y pasarán largos meses todavía antes de volver a la normalidad que teníamos antes de la pandemia. En estos meses, el fotógrafo argentino, Alejandro Meter, ha estado fotografiando a escritores y escritoras recluidos en sus casas o lugares donde escriben. Estos escritores latinoamericanos han sido capturados por el lente de Alejandro a través de un elaborado sistema tecnológico con el cual ha entrado sigilosamente en la vida de estos escritores para registrar esas experiencias del encierro. En este número presentamos una selección de 10 fotografías que son acompañadas por un texto escrito por el crítico Pablo Brescia: “Las postales del confinamiento de Alejandro Meter son intentos de (re)tratar, es decir de volver a poner en escena ese gesto de Boccaccio, esa ‘ley de humanidad’ que, en este caso, es la comunicación”. Encierro, incomunicación, Covid, todo en uno, pero esta vez en imágenes que en silencio hablan por sí solas.
Para terminar, una novedad y una apuesta. Nuestros lectores saben que somos incansables a la hora de promover la traducción como una protagonista ciertamente ineludible de la literatura. En este número, además de ensayos sobre traducción y entrevistas a traductores, nos proponemos fortalecer la lectura de textos literarios en traducción (ver la sección “Sobre traducción”). En este sentido, LALT quiere ser ese puente con las editoriales que publican en traducción. O más que un puente, una vitrina para aquellos proyectos de traducción que todavía están inéditos y que puedan llamar la atención de editores y agentes interesados en la publicación de la literatura latinoamericana traducida al inglés.
Así viene este nuevo número de LALT, con entrevistas, ficción, poesía, más literatura indígena, reseñas y adelantos, y también un cúmulo de nuevas sorpresas. Mientras tanto seguimos esperando regresar a la vida que perdimos el año pasado. Ojalá que todo sea una cuestión de tiempo.
Marcelo Rioseco