Donde los humos
de las ollas tristes se cruzan con los
de las ropas quemadas
y el horizonte gris deshace su niebla
ahí espero
Donde se cruzan los humos de la calle abarrotada
y el olor a aceite quema el paladar
con la lengua que enreda las vocales
adormecidas por el licor acumulado
adormecidas por el fermento de la Historia
espero
y no entendemos lo que une nosotros
y no entendemos querer perderlo todo y olvidar
Donde los humos
de las ollas tristes las ollas
fundidas
se cruzan entre el fuego y el sol
donde el maíz y el café se muelen
junto a las sobras
y todo se desprecia en el comercio
de la calle ennegrecida
espero
Donde los humos
de nicotina y anhídrido carbónico
alquitrán y benceno se cruzan
en finas partículas
gasolina lubricantes
hidrocarburos policíclicos
y también se cruzan
el turbio pensamiento del tiempo repetido
espero
Donde los humos
de la calle abarrotada se cruzan
y las mujeres trenzan sus colores sudorosos
en el centro del ruido
con el hollín astillado sobre sus cuerpos
y la turbina enlodada
en la fila del autobús
ahí espero
el sabor de una semilla
el silencio
donde nos habita un dios
***
Necesito
esta gente bulliciosa en las calles
y mi corazón quema gasolina (del
tipo común)
como cualquier otro motor urbano
Ferreira Güllar
Con las manos
trabajar en los acentos
para perseguir un instante en el aforo
de un camino de tierra que se estremece
bajo la mohosa pared de asfalto
Piedra laminada larga
Un corazón para latir
en un soplo de metales
Sobre mi pecho, el pavimento hundido
y un mineral se endurece en las afueras
. No alcanzo
. Apenas puedo sostener el taladro.
Con tus manos para trabajar en los acentos
piedra larga rodada
que canto
(poemas del libro inédito Kerosén [Kerosene], 2017)
Traducido por Arthur Dixon