Tiempos recios. Mario Vargas Llosa. Barcelona: Alfaguara, 2019.
La nueva novela de Mario Vargas Llosa, Tiempos recios, Alfaguara 2019, narra la historia del golpe de estado ocurrido en Guatemala en 1954 para derrocar el Gobierno de Jacobo Árbenz. Esta es una novela muy bien narrada, como todas las novelas de Vargas Llosa, pero que no presenta la complejidad estructural que ha demostrado manejar en otras novelas como La casa verde (1966) o Conversación en La Catedral (1969). Esta es una novela bastante lineal, donde los capítulos de diversas extensiones narran un hilo narrativo de la historia, sin mayores digresiones ni complejidades narrativas. En ese sentido es una novela fácil de leer, relativamente sencilla en su lenguaje y en su estética. No es una novela que hace alarde de proezas narrativas, sino más bien quiere presentar un punto de vista político e histórico. Tiempos recios es una novela que quiere demostrar que el gobierno de Juan José Arévalo y el subsiguiente de Jacobo Árbenz, no eran gobiernos comunistas, sino verdaderos gobiernos democráticos, interesados en modernizar Guatemala, interesados en desarrollar instituciones fuertes y democráticas parecidas a las de los Estados Unidos. Gobiernos interesados en mejorar el nivel de vida de los indígenas guatemaltecos, de la inmensa mayoría de guatemaltecos pobres sin tierra, sin acceso a la educación y a la salud; y que los Estados Unidos cometieron un grave error al apoyar los intereses de la United Fruit Company y unos cuantos terratenientes, en detrimento de las grandes mayorías de guatemaltecos.
La invasión a Guatemala de 1954 ha sido presentada por los Estados Unidos y por algunos historiadores, como una lucha dentro del contexto de la guerra fría para evitar el asentamiento del comunismo soviético en el continente americano. Mario Vargas Llosa es ampliamente conocido por sus ideas conservadoras —él diría liberales—, por su oposición al socialismo y al comunismo internacional; muy conocido por sus críticas a Cuba, a Venezuela, a Nicaragua, a Bolivia y al actual gobierno de México, está proponiendo en esta novela que los Estados Unidos traicionó su propio principio de democracia, la propia esencia de su forma de gobernar, al derrocar al Gobierno de Jacobo Árbenz. Por eso me atrevería a decir que esta es una novela de tesis, una novela donde el principal objetivo es presentar una posición política, y no crear una verdadera obra de arte que cambie el curso de la narrativa hispanoamericana.
El capítulo inicial está dedicado a la United Fruit Company y su fundador Sam Zemurray, quizás el hombre más poderoso de Centroamérica durante el siglo XX. Una figura muy controversial, que controlaba puertos, ferrocarriles, inmensas plantaciones de banano y bancos; un hombre que quitaba y ponía políticos y presidentes. Esta sección narra su amistad con Edward L. Bernays, a quien Zemurray contrató como publicista para cambiar la imagen que la United Fruit Company tenía en los Estados Unidos y en el resto del mundo. Todo ese capítulo inicial es información histórica, es una especie de introducción que lleva por acápite “Antes” y es el pórtico de la novela. A continuación viene el primer capítulo donde entramos directamente en la ficción. Aquí se cuenta la historia de una mujer, un personaje femenino, a quien vamos a conocer como Miss Guatemala, y cuyo nombre completo es Martita Borrero Parra. Martita es una niña al principio de la novela, luego una mujer joven, y finalmente una mujer madura que tiene muchas relaciones con políticos y hombres poderosos, y finalmente una anciana que va a cerrar la novela en el último capítulo con una entrevista con el autor Mario Vargas Llosa. Este final o colofón será titulado “Después”, de forma que la novela empieza con un antes y termina con un después, y en medio vamos a tener 32 capítulos que componen la historia de la invasión norteamericana a Guatemala.
En otro nivel podemos decir que la novela es la historia del abuso de los hombres a una mujer, hombres generalmente mayores, en una posición de poder, que se aprovechan de una niña en el primer caso, luego, de una joven desprotegida y en una situación de riesgo, y finalmente de una mujer que se siente en peligro y tiene que confiar en un hombre poderoso. Es decir que la novela se plantea dentro de esa corriente muy contemporánea del “MeTooMovement” y de la denuncia de abusos de poder por parte de los hombres, con fines sexuales. Podemos decir que es una novela muy contemporánea en ese sentido, muy actual. Mario Vargas Llosa trata quizás uno de los temas más discutidos y más importantes en este momento que vivimos. Oscilando entre estas dos temáticas: la naturaleza de la invasión orquestada por los Estados Unidos y la CIA a Guatemala, y la violencia ejercida sobre las mujeres, Vargas Llosa retrata la situación de Guatemala a mediados del siglo XX y tangencialmente, la situación de República Dominicana y el dictador Rafael Leónidas Trujillo, una realidad que él conoce muy bien y que desarrolló magistralmente en su novela La fiesta del chivo (2000). De esta forma Vargas Llosa representa en la novela la situación de la Guatemala de 1954, la lucha de poder entre el gobierno de la Revolución de octubre, las leyes que el gobierno de Jacobo Árbenz estaba tratando de aprobar, y la formación del ejército liberador de Carlos Castillo Armas, que desde Honduras, y apoyado por los Estados Unidos, invade Guatemala, derroca al Gobierno de Jacobo Árbenz, pone en prisión a centenares de personas, las tortura, las asesina, y obliga en numerosos casos a buscar asilo político en diferentes embajadas. Castillo Armas revierte muchos de los logros del gobierno de Jacobo Árbenz, restituye a la United Fruit Company sus enormes privilegios, y establece de nuevo un régimen clasista, racista y retrógrado en Guatemala.
Un tercer tema de la novela es el tratamiento de los hombres fuertes, la psicología del poder, la personalidad de un dictador como Rafael Leónidas Trujillo o Carlos Castillo Armas. El autor parece estar interesado en explorar el tipo de admiración que desarrollan estos personajes, de qué forma se relacionan las personas que trabajan para ellos, qué tipo de dependencia se establece entre un dictador de mano dura como Trujillo y un hombre que llegó al poder por el apoyo de los Estados Unidos como Castillo Armas, pero que no tiene el carisma ni la fuerza, ni infunde el respeto del dictador dominicano. Por otro lado tenemos un personaje como Abbes García, que de ser un pequeño e insignificante reportero hípico, llega a ser el estratega de seguridad nacional de Trujillo, se especializa en todo tipo de torturas y logra crear un sistema de terror que permitiría a Trujillo tener total control de la situación en República Dominicana, y de tener una enorme influencia en el Caribe y Centroamérica. Un personaje que aun cuando ya muerto Trujillo, y él en fuga, se siente feliz de haber servido a un hombre como el jefe, aunque se haya bañado las manos en sangre. Esta es por tanto una novela muy actual, que incide en los temas que afecta a América Latina en esta atribulada segunda década del siglo XXI.
Nicasio Urbina
University of Cincinnati