Buenos Aires: Eudeba, Universidad de Buenos Aires. 2019. 152 páginas.
Hoy, escribir sobre la forma poética es apostar y exponerse al fracaso. Aristóteles, Virgilio, Dante, Machado, T. S. Eliot, Wallace Stevens, Auden, Paz, Borges y Guillermo Sucre nos legaron una profunda y atinada tradición sobre qué y cómo pensar y decir al respecto. Sus aportes ahuyentan a los aficionados y abren las puertas a los comprometidos con la reflexión y la prudencia. En el siglo XX el mundo se contaminó con la superficialidad de un sinnúmero de advenedizos que, por haber escrito algún poema loable, sintieron que podían acometer la ardua empresa de pensar sobre los misterios y realidades que propician la construcción de un poema. A muchos les convendría leer La carta de Lord Chandos, de Hofmannsthal. Ejercerían el silencio. O callarían. O enmudecerían. Cualquiera de esas opciones íntimas uno la agradece, por los árboles y la cultura.
Nos ocurre lo contrario cuando leemos Sobre la forma poética. Le agradecemos al poeta Santiago Sylvester (Salta, Argentina, 1942) el no callar, el no enmudecer; le celebramos que se haya tomado el tiempo necesario para decirnos algo sustantivo y singular sobre la historia y el presente del poema. No divaga, vacía de humo las páginas, enfatiza sobre el vuelo vertical de las ideas, visibiliza las columnas y las murallas que sostienen a la belleza y el asombro en el mundo. Porque de esto trata su libro, el legado de su silencio constructor: de lo que permite la existencia de la belleza y el asombro, gracias al poema. Es un libro inevitable, obligatorio para quienes aman el encuentro con el poema. También es un libro para principiantes. Un texto para quedarse o marcharse. Un ensayo sobre cuándo el lenguaje es agotado, debido al debilitamiento de los pulsos e impulsos de la realidad.
Sobre la forma poética es un viaje desde Homero hasta nuestros días. Homero es un lugar y un tiempo en este pertinente ensayo. Parte del canto inicial y nos acerca al tiempo del verso libre. La historia del poema en Occidente: Italia, Alemania, Francia, Inglaterra, España… Argentina, Chile, Perú, Venezuela. Esos lugares donde alguien gritó o susurró una forma distinta de confirmar la sinfonía y la desgarradura del mundo. Las historias del verso alejandrino, el endecasílabo, el soneto y la tiranía del verso libre son analizadas con el lenguaje de un pedagogo que conoce el oficio de escribir poemas. Un libro que pertenece al canon de El arco y la lira (1956), del mexicano Octavio Paz, y La máscara, la transparencia (1975), del venezolano Guillermo Sucre.
Sobre la forma poética debería ser parte del corpus bibliográfico de los pensa de estudios de pregrado y posgrado de cualquier universidad. Analizar y comprender el fenómeno de la creación y socialización del poema nos obliga a detenernos en el destilado contenido de este libro. Éste muestra por qué desde los inicios la poesía es conocimiento y fuente de éste. La herencia homérica, las inquietudes platónicas, la poética aristotélica, el universo de Dante, el Método de Poe, la hierba de Whitman, el bisturí de Pound, la ciruela y la carretilla de W.C. Williams, el aullido de Ginsberg, el hacha verbal y espiritual de Rimbaud, la humedad y el río de Neruda, la habitación de Dickinson, la mente y realidad de Wallace Stevens; las sendas personalísimas de Auden, Bishop, M. Moore, Plath, Mark Strand, el espejo de Ashbery, la inmediatez de O’Hara, el árbol de Frost… Como un maestro de la explicación, Sylvester nos presenta el por qué Baudelaire, Mallarmé, Valéry son hitos argumentativos; el por qué Hofmannsthal mostró el pozo donde contemplaríamos la decadencia europea, el vencimiento de un lenguaje, la muerte de significados y sentidos que permitían comprender y vivir una realidad. De los alcoholes de Apollinaire, la máquina de Marinetti, los sueños y el automatismo del Surrealismo, la fisura de Vallejo, la luna de Lugones, se desprenden las conclusiones sobre cómo cambiaron las sociedades y la forma de vivir en ellas. El poema como un nicho de conocimiento y realidad. El poema como la fuente de quiebres y peligros para la vida de la polis. El poema como una secreta bomba de tiempo y caos.
El libro que teje la complejidad y el viaje histórico del poema. Cambian las sociedades, cambian las formas de respirar, decir y oír. Cambia la forma de construir el poema, cambia la forma de recepción del poema. Cambian las formas de amar, cambia la música de los ríos sociales. Para el autor el poema viene de muchos, menos del cielo o las estrellas. Sí de las manos, los ojos y los oídos de una mujer o un hombre que aspiran soledades y una mesa sencilla para construir, reconstruir y destruir, gracias al lenguaje y la intimidad, lo que permitirá la existencia y el viaje de un acontecimiento cultural y espiritual. A esto que nace, a esto dotado de un lenguaje de ruptura y celebración, hemos llamado Poema. De entender cuándo sucede o no este objeto cultural que nos despierta el asombro, de eso trata este prístino y preciso libro.
Ya lo repitió hasta el hartazgo el erudito George Steiner: Los Maestros del lenguaje nos dotan de claridad. Eso hace el poeta y ensayista Santiago Sylvester en este libro. Dota de simplicidad y claridad lo que por tradición y confort siempre ha sido expuesto con torpeza y dificultad: que la poesía es uno de los lugares donde es posible contemplar la primera ley de la respiración y la vida; el cambio. Y la forma es su rostro.