Perú: Intermezzo Tropical. 2021. 116 páginas.
La extrañeza junto al descubrimiento son algunas de las constantes en el individuo migrante. A esto se suman los sentimientos, casi asfixiantes, de terruño y de nostalgia, pues al abandonar su hogar dejan también una parte de ellos mismos. Estas circunstancias constituyen el eje principal de Kauneus, último poemario de la escritora y promotora cultural Roxana Crisólogo Correa. Su actividad poética se remonta a los años 90, en esa época formaría parte de uno de los grupos más sobresalientes de la escena literaria del país, Noble Katerba, de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Entre otros integrantes importantes de este grupo destacan Leoncio Luque y Johnny Barbieri.
Kauneus es un poemario vivencial con un tono intensamente emocional. Este libro nos invita a no olvidar nuestros orígenes, a ser partícipe de la historia de nuestra gente y su cultura, mostrándonos la habilidad de encontrar y, sobre todo, conservar la belleza que nos rodea y nos humaniza mediante sus diversas manifestaciones en la cotidianidad. La obra está compuesta por cuatro partes: “Ella”, “Postales”, “Señales de humo” y “La belleza”. Cada sección se encuentra atravesada por temas y el impacto de la migración. Los primeros dos segmentos expresan la experiencia vivencial a modo de crónica. La autora nos introduce en las vicisitudes que como madre e hija tiene que lidiar. Un verso nos dice “Una buena y dulce madre/se olvida de sí misma/la mano no se olvida de mí/empuja/la ansiedad de cien ojos que esperan que algo pase”, resaltando que más allá de las distancias el vínculo establecido entre una madre con su hija es inquebrantable. Aquí la escritora habla como protagonista de ambos papeles. El recuerdo de su infancia, ser una niña y ser madre, se agudizan aún más con el desarraigo de su patria, una herida que carga consigo: “Tu nombre enterrado/es la historia del Perú/contada en 4 letras/cortada en pedacitos”. Sin embargo, gracias a la fortaleza por encontrar el lado luminoso en su día a día, esta herida se mitiga, y ella se aferra a su identidad, a los héroes de su nación como Túpac Amaru, a ella misma, mujer fuerte que “guerrea” ante los obstáculos, el abuso, los estereotipos y el conformismo.
En “Señales de humo”, el texto nos traslada hacia recorridos sensoriales por las principales ciudades del Perú: “Mis hermanas y yo venimos por un plato de comida/ revuelta y refrita/ como la historia del Perú”. El tono de los poemas desarrolla una ligera fragilidad que se traduce en la melancolía del migrante. Asimismo, la voz poética destaca los contrastes entre su país y su nuevo hogar en Europa (Finlandia), particularidad que se observa en el uso de vocablos en distintos idiomas. En esta parte del poemario advertimos un tópico recurrente en la obra de Crisólogo: el bosque como una imagen ritual que vitaliza e incrementa las memorias de la protagonista, una mujer que nos enseña los caminos de su vida en distintos escenarios y roles. Por ejemplo, nos habla sobre el valor de la medicina de la selva en estas líneas: “con yerbas medicinales de la Amazonía/y un hilo de fe”. También menciona la utilidad de practicar las costumbres nativas como el respeto a la naturaleza que permite curar el dolor, y que de una u otra manera siempre encuentra su ruta para agobiarnos (pero que es necesario controlar para evitar inestabilidad y rupturas).
El último segmento, titulado “La belleza”, configura la lógica del libro. Esta parte confronta directamente la problemática de ser un extranjero, un extraño en busca de sueños, oportunidades y amor. Pese a las adversidades y la soledad provocadas por la migración, la voz lírica no se deja vulnerar por el aislamiento, sino que emprende otras experiencias en tanto que nos comparte sus viajes por distintos continentes: Europa, África y América. Gracias al conocimiento que adquiere en estas travesías, ella logra contrarrestar el choque violento entre las costumbres europeas con las de América Latina. La protagonista invita a los lectores de su historia de vida a tener la fuerza necesaria para adaptarse, sin que ello implique perder ni desvirtuar nuestra identidad.
Kauneus es un poemario que entabla una relación íntima y compacta con los lectores, llega a contactar con sus problemas a través de un lenguaje sencillo: incorpora vocablos en diferentes idiomas como el finés, el quechua y el portugués. Además, alcanza una plasticidad que no se pierde en densidades filosóficas. Por el contrario, esta poesía se centra en trabajar con la cotidianidad de las cosas (la flora, avión, globos, agua, entre otros) para presentarnos una variedad de emociones, las cuales se complementan con el empleo de imágenes naturales, en especial, las referentes al bosque y al mar. Estas características reflejan la temática y el desarrollo del poemario. Por esto, un último mensaje reside en esta obra: entender la simple y transparente belleza que vive en los objetos menos impensables, en reflejo del Sol en una columna de piedra, la flor que se abre paso en medio del cemento o la contaminación de los automóviles. Esta cualidad también es aplicable en las personas. La belleza original está en la interioridad, en su carácter, en el comportamiento que despliega frente a las adversidades de la vida, en la presencia o falta de empatía con su prójimo. El poemario hace una deconstrucción del concepto de la belleza, quebrando de esta manera los límites de la sensibilidad, el conocimiento y la aprehensión por cuerpos bellos tanto en mujeres como en hombres.
Gracias a este libro, el lector puede comprender las connotaciones de la nostalgia, el terruño y la cotidianidad; tiene la oportunidad de aprender a valorar su historia, su hogar que, pese a tener sus altos y sus bajos, lo ayudaron a aliviar sus penas en escenarios migrantes. Finalmente, más allá de las distancias y las costumbres ajenas, el territorio está palpitante en el corazón de cada solitario migrante.