Fabla salvaje. César Vallejo. Lima: Universidad Ricardo Palma. Edición de César Ferreira. 2020. 49 páginas.
Las ediciones príncipes de textos literarios que en su momento aparecieron en formatos de consumo popular acaban por cumplir con su destino de anaquel o archivo especial que, a pulso de tiempo y lecturas, se han ganado con derecho propio. Luego, un ejemplar de aquellas ediciones de alguna manera llega a una persona que ha escarbado entre lomos de libros o tiene con alguien una charla entusiasta sobre un autor. Tal es el caso que motiva estas líneas: el hallazgo de un ejemplar de la primera edición de Fabla salvaje (1923) de César Vallejo viene de las manos del novelista Edgardo Rivera Martínez y va a dar a las de César Ferreira, profesor de literatura latinoamericana de la Universidad de Wisconsin, en Milwaukee.
Gracias a la intervención de Ferreira y la del doctor Iván Rodríguez Chávez, rector de la Universidad Ricardo Palma de Lima, la edición príncipe de Fabla salvaje tiene ahora su edición facsimilar. De esta manera, la primera novela de Vallejo se convierte en un objeto original y múltiple, o, como dice Rodríguez Chávez, “permite que el lector tenga en sus manos esta obra tal como apareció hace casi cien años”.
Esta edición facsimilar de Fabla salvaje contiene una fotografía oval de Vallejo con no más de 31 años, y quizá ya con la maleta hecha para zarpar hacia Francia. Este detalle imaginario que me provoca la fotografía me sirve para señalar tres arcos que Ferreira nos presenta con esta edición. Estos arcos dan cuenta del proceso que acompañó la inscripción de César Vallejo y su obra en el mundo literario del siglo XX y que llamo arcos de agua, de vida en Vallejo y de historia.
El arco de agua corresponde a la salida por mar de Vallejo con ganas de conocer París y escapar del caso judicial reabierto en su contra en Perú, según se desprende de la carta que el 15 de junio de 1923 le escribe a su hermano Manuel. Para ese momento, ya tiene publicados Los heraldos negros (1919), Trilce (1922), Escalas (1923) y Fabla salvaje (1923). Con Trilce, el poeta ya había logrado mucha libertad artística al vencer los barrotes del lenguaje; ahora, en 1923, necesitará de un camino de agua para procurarse otras libertades. Con esa valija literaria de tan alto valor, Vallejo cruza el Atlántico. Respecto de los dos títulos publicados en 1923, dice Ferreira, que en la prosa de Vallejo se anuncia “el tránsito de una narrativa de corte realista y modernista hacia una de tipo vanguardista, más libre y experimental”.
El arco de vida contiene lo mucho que va a sucederle a Vallejo desde 1923 hasta el 15 de abril de 1938, cuando fallece en París. Sus años en Francia son intensos: están llenos de apuros económicos, pero también de nuevos proyectos de escritura, de su amor por Georgette, de viajes a España, que ya anda con su guerra civil en la espalda, y de sus viajes a Moscú. Son los mayores años de formación del poeta, en los que la capital francesa, sus calles, el mundo y la humanidad que conoce le hornean la palabra entre la prosa y el verso, con el periodismo, la narrativa, el texto dramático y el poema.
El arco de historia que se ha abierto paso en la vida y la obra de Vallejo cierra un ciclo importante el 15 de julio de 1939, fecha en que se termina la impresión de Poemas humanos, corregida y revisada por Georgette de Vallejo y Raúl Porras Barrenechea, en Les Presses Modernes de París. Para ese entonces todavía anda por ahí el humo de los martillazos de la caída de la Segunda República española, el 1 de abril de 1939. Luego vendrá la invasión a Polonia en ese mismo 1939, y un poco más tarde los años de la Resistencia en París, con Georgette moviéndose en la ciudad ocupada y su Vallejo al hombro.
Fabla salvaje aparece en la colección La Novela Peruana, publicación quincenal dirigida por Pedro Barrantes Castro. Es una nouvelle o novela corta, una forma literaria que logró tener grandes desarrollos en las letras hispánicas durante el primer cuarto del siglo XX a ambas orillas del Atlántico. En Fabla salvaje, Balta Espinar, un campesino de los Andes peruanos, se siente acosado por una especie de fantasma luego de que su espejo cae al piso y se despedaza. Balta le cuenta lo sucedido a Adelaida, su esposa embarazada, quien se demuda de asombro y temor. Balta se llena de presentimientos, mientras que una gallina suelta un canto agorero en forma plañidera. El estado mental en que cae Balta lo lleva finalmente a golpear a Adelaida, luego de lo cual se va de casa y termina arrojándose al vacío desde un risco.
Fabla salvaje es una nouvelle no por su extensión sino por sus características internas: condensación narrativa, punto de giro en la historia y, al igual que en muchas de la grandes nouvelles desde los tiempos de Boccaccio, hay en ella un símbolo que contiene el significado del texto. En la de Vallejo, este símbolo será aquella gallina que con su canto anuncia la llegada de la muerte.
Otra característica importante que se encuentra en Fabla salvaje como nouvelle es la presencia de lo fantástico. Desde la refundación de la nouvelle en Alemania durante el Romanticismo, lo fantástico encuentra en esta forma literaria un terreno fértil para expresarse. En Fabla salvaje, lo fantástico aparece gracias a la exploración del tema o motivo del doble. Luego de que el espejo se rompe, en los fragmentos del mismo Balta “cree ver los fantasmas de un ‘doble’, es decir, la figura de un sujeto que lo acosa y lo persigue” (Ferreira). Desde ese momento, el protagonista va a sentir la constante presencia del doble a lo largo de todo el relato.
Con esta edición facsimilar, Ferreira nos plantea otro arco en el tiempo solo dirigido a los lectores. Nos lleva al goce y encanto de disfrutar una lectura a doble oficio para los ojos: la de la lectura del texto y la posibilidad de contemplar la edición de la obra tal como llegó al mundo en el número 9 de La Novela Peruana. En el anverso de la carátula de la publicación aparece un anuncio a toda una página de El tesoro de la juventud. Es una alegría saber de nuevo de este tesoro bibliográfico, sin duda un componente esencial de nuestras primeras lecturas y de nuestra educación sentimental en América Latina.
El volumen se cierra con un anuncio sobre la Historia de la Guerra del Mundo, publicada por The University Society Inc. Se trata de una colección en cinco tomos con mapas e ilustraciones sobre la Primera Guerra Mundial que documentan el conflicto hasta el Tratado de Paz de Versalles en 1919. Mientras tanto, lo que sería el material para la historia de otra guerra mundial asoma muy bien las orejas por lo menos desde 1935. Más tarde llegará el crucial 1939, año que sigue al de la muerte de César Vallejo, pero en el que el poeta peruano vuelve a afirmar su merecido sitial en la literatura latinoamericana con la primera edición de Poemas humanos.
José Cardona-López
Texas A&M International University