“Esta es la historia de un hombre que escribía cartas”. Así comienza Escribir contra los hombres. Cartas I, de H. P. Lovecraft (Editorial Aristas Martínez, 2023). El escritor de Providence siempre ha sido una figura trascendental, misteriosa y fascinante en la literatura. Quizá no sea exagerado afirmar que toda la narrativa de horror del siglo XX y XXI provenga de él, o que no hubiera existido de la forma en que la conocemos de no haber sido por su influencia. Javier Calvo (Barcelona, 1973), con un conocimiento exhaustivo de la obra del autor y de su vida, hace un trabajo meticuloso no sólo en la traducción y organización del material sino en la forma de presentarlo, junto a portadas de las revistas pulp que publicaron los primeros trabajos de Lovecraft, como algunos de los bocetos que realizó de sus criaturas e imágenes de sus diarios y escritos. Calvo es uno de los traductores más reconocidos de literatura en lengua inglesa y la lista de autores que ha traducido es impresionante: David Foster Wallace, Chuck Palahniuk, Mark Z. Danielewski, J. M. Coetzee, Don DeLillo, Joan Didion, Salman Rushdie, Zadie Smith, Peter Matthiessen, Denis Johnson. etc. Como escritor ha publicado las novelas Mundo maravilloso, Corona de flores, El jardín colgante (Premio Biblioteca Breve 2012) y Piel de plata, entre otras.
Pablo Concha: Ya habías traducido a Lovecraft (En las montañas de la locura, La llamada de Cthulhu) y escrito ficción sobre él (“Rosemary” de Los ríos perdidos de Londres). ¿Cuándo decidiste traducir sus cartas y cómo fue el proceso de encontrar una editorial que quisiera publicarlas?
Javier Calvo: Decidí que quería traducirlas hace mucho tiempo. Me enamoré de las cartas de Lovecraft hace casi veinte años, cuando leí por primera vez la edición de Arkham House, que me sigue pareciendo la mejor. Luego, alrededor del momento en que quedó Lovecraft libre de derechos, hace unos quince años, me vino por primera vez la fantasía de traducirlas. Pero sólo era una fantasía. Se lo comenté a algún editor, pero nadie mostró ningún interés. Así fue la cosa durante muchos años. Todos me decían, con otras palabras, quizás, que en España eso no interesaba a nadie. Al final, ya en la pandemia, decidí empezar a trabajar en la traducción por mi cuenta. Pensé que, si empezaba y tenía algo ya hecho, quizás me ayudaría a interesar a alguien. Al final di una charla sobre las cartas hace dos o tres años y la Editorial Aristas Martínez mostró interés.
P. C.: ¿Cuánto tiempo de investigación y escritura fue necesario para completar Escribir contra los hombres. Cartas I, de H. P. Lovecraft?
J. C.: Quizás dos años. Aunque es un tiempo engañoso, porque llevaba mucho tiempo antes comprando y leyendo los volúmenes de cartas que se publicaban. Sin ese trabajo previo, no lo habría podido hacer en dos años.
P. C.: ¿Por qué crees que nadie se había animado a traducir su correspondencia?
J. C.: Imagino que por razones comerciales. El mercado está un poco saturado de libros de Lovecraft, y supongo que los editores pensaban que la palabra “cartas” asustaría al público. Hay esa idea estereotipada de que los lectores de Lovecraft somos gente que leemos historietas pulp y jugamos a rol y no nos interesan las cuestiones literarias.
P. C.: Uno de los descubrimientos más curiosos al leer las cartas de Lovecraft es ver el sentido del humor que tenía. ¡Hacía bromas! Algo casi que impensable para cualquiera que hubiera leído un relato suyo… ¿Qué fue lo que más te sorprendió descubrir al leer su correspondencia?
J. C.: En realidad, me sorprendieron muchas cosas de las cartas. Una de ellas fue la tremenda cultura que tenía Lovecraft: clásica, literaria, filosófica… Incluso un conocimiento de la literatura de su tiempo y del modernismo que yo no imaginaba que pudiera tener un hombre tan aislado y autodidacta. Ciertamente no era la cultura que imaginamos de un escritor pulp. De hecho, también me sorprendió el odio enorme que tenía a la escritura pulp y a la revista Weird Tales. Pero quizás lo que más me sorprendió fue lo insoportablemente triste que fue su vida. La infelicidad y el dolor que se ven por todas partes y su conciencia total de fracaso.
P. C.: ¿Qué tan fieles al texto original son las traducciones que hemos leído de Lovecraft en español?
J. C.: La verdad no estoy seguro. Sólo leí en español a Lovecraft de niño, cuando obviamente no tenía idea de cómo juzgar una traducción. Luego ya lo seguí leyendo en el idioma original.
P. C.: Lovecraft es más relevante y leído hoy en día que los maestros a los que admiraba tanto: Lord Dunsany, Machen, Poe, Blackwood, etc. Es bastante irónico que terminara siendo más importante que todos ellos. ¿Cuáles consideras que son las razones de que su narrativa y mitología sigan vivas y ganando adeptos con el paso del tiempo?
J. C.: No creo que nadie pueda explicarlo. No sólo está más vivo que esos autores que mencionas, sino más vivo que casi toda la literatura de su tiempo. Allá donde vas en el mundo hay fans de Lovecraft. De todas las edades y procedencias. Quizás sean una minoría en todos lados, pero siempre están, es como un culto global. Hoy en día hay algo que todavía subraya más su actualidad, que es su influencia en ciertas corrientes filosóficas y en obras de autores como Michel Houellebecq, Mark Fisher, Graham Harman y muchos otros. No sé la respuesta, obviamente, no creo que la sepa nadie. Pero sólo puedo imaginar que la explicación profunda es su visión. Esa parte de su obra que vino de sus sueños y de su inconsciente y que no estaba filtrada por cuestiones de su época ni de la tradición. De alguna forma sus visiones son las nuestras, y sus mitos hablan con nosotros. No han dejado de ser extraños ni poderosos ni de moverse por un ámbito inconsciente y profundo.
P. C.: En el libro se menciona una cantidad impresionante de biografías y correspondencia con los escritores de su círculo, así como con otros corresponsales, nada de lo cual se encuentra disponible en nuestro idioma. ¿Es acaso el interés de los lectores hispanohablantes menor o menos intenso que el de los norteamericanos?
J. C.: En realidad, yo diría que no. O por lo menos yo no veo menos pasión en el mundo hispano que en el anglosajón. Creo que más bien se trata de un problema normal de traslado de un ámbito cultural a otro. Todo autor es más conocido y publicado y tiene su ámbito “natural” en su contexto lingüístico propio. Traducir y publicar en otro idioma tiene sus costes. Las obras literarias también tienen que viajar, por decirlo de forma tosca, y eso requiere tiempo.
P. C.: Parece que siempre estaremos en desventaja frente a los lectores norteamericanos en todo lo relativo a la narrativa de horror moderno: escritores interesantes que nunca traducen, otros que llegan a nuestro idioma décadas después, antologías que no conocemos, etc. ¿Podemos hacer algo al respecto?
J. C.: Me honra que puedas pensar que tengo la respuesta a eso. ¡Ojalá la tuviera! Si supiera qué podemos hacer al respecto, quizás podría ayudar a que no fuera así. Lo único que puedo hacer, como traductor, es suplicar, intentar persuadir y/o engañar a los editores para que publiquen lo que me gustaría traducir. Pero claro, casi nunca funciona.
P. C.: Nunca dejará de ser injusto que Lovecraft haya muerto en la pobreza y sin tener ni un atisbo del éxito del que goza hoy en día. ¿Por qué tuvo que suceder así? Es algo que da rabia y mucha tristeza.
J. C.: Es muy triste, pero yo intento consolarme pensando que es el destino del genio y del visionario. También William Blake murió en la pobreza, despreciado por todo el mundo salvo por un puñado de escritores jóvenes y convencido de haber fracasado en el mundo. Si uno no está sintonizado con su tiempo, quizás sea porque en realidad pertenece al futuro. Serán las generaciones por venir las que lo entiendan. Es una idea muy romántica de las cosas, lo admito, pero en el caso de Lovecraft es lo que creo que sucedió.
P. C.: La lista de escritores norteamericanos e ingleses influenciados por Lovecraft es larga y conocida: Stephen King, Clive Barker, Alan Moore, Peter Straub, etc. En nuestro idioma, ¿cuáles consideras que son los autores donde se nota más la influencia del príncipe oscuro de Providence?
J. C.: Esta pregunta me parece extremadamente difícil de contestar. Además, depende de lo que diga, es posible que alguien se moleste porque no lo mencioné. Me parece mucho más sensato no responder.
P. C.: Ese I en el título de Escribir contra los hombres implica la futura existencia de un tomo II en algún momento. ¿Es correcto suponer que tendremos más de las cartas de Lovecraft en español? ¿Puedes adelantarnos algo al respecto?
J. C.: Si todo va bien, en el primer trimestre de 2024 debería salir Cartas II: Diario de sueños, sobre las narraciones oníricas de la correspondencia de Lovecraft. Seguido de un tercer volumen sobre política y filosofía en 2025.
P. C.: Aparte de su correspondencia, ¿qué otro material inédito en nuestro idioma nos queda por leer y conocer de Lovecraft?
J. C.: La narrativa está toda publicada, obviamente. De su periodismo amateur se han publicado algunas selecciones, aunque siempre en ediciones muy pequeñas y sin apenas repercusión. El periodismo amateur y algunos ensayos que Lovecraft jamás publicó en vida, diarios de viajes, etc., componen la edición de Hippocampus de los Collected Essays, en cinco volúmenes. Estoy seguro de que la mayoría de esos textos siguen inéditos en español, aunque también es cierto que no todo ese material es interesante. Respecto a las cartas, cuando se publiquen los tres volúmenes de Aristas Martínez, seguirá inédito más del 95% de su correspondencia.
P. C.: Hace poco tradujiste Los perros de Tíndalos de Frank Belknap Long también para la Editorial Aristas Martínez. ¿Hay planes de alguna nueva traducción de otro de los escritores del círculo de Lovecraft?
J. C.: ¡Nada me gustaría más! Sería feliz si pudiera traducir algo más de ese círculo. El principal inconveniente es que la editorial Valdemar fue muy exhaustiva cuando se puso a publicarlos a todos en castellano. Pero obviamente, si encontrara algo factible, lo haría sin dudarlo.
P. C.: ¿Cuáles son tus relatos favoritos de Lovecraft?
J. C.: ¡Ésta es mi pregunta favorita de todas! Te puedo dar mi Top Five, porque he dedicado muchas horas de mi vida a pensar en ello: “The Shadow Out of Time”, “At The Mountains of Madness”, “The Shadow Over Innsmouth”, “The Dreams in the Witch-House” (sí, sé que todo el mundo odia éste, pero a mí me fascina) y “The Whisperer in Darkness”.