Pretexto de lugar
La piedra y la naranja,
su contigüidad.
La roca y el pistilo.
Entre ambos
la celosía de un vitral:
racimo de contrastes,
antinomias.
El siempre y el ahora traslapándose
en la longevidad
y lo
caduco,
aspereza inmune,
suavidad
de la cascara.
Lo eterno y lo perecedero
desmarcan de este modo sus dominios,
el pedregal y el huerto,
la piel junto al cascajo,
el parto y la convalecencia
en un mismo pasillo de hospital.
Entre permanecer y doblegarse,
entre estar llegando y estar yéndose
una sola pared
y dos habitaciones,
la cuenta regresiva.
Tratado de la sed
La vida pasada es parte
de la muerte advenidera;
es pasado por este arte
lo que por venir se espera;
¿Quién muere antes que muera?
Juan de Mena
Pensar en lo que aún no ha sucedido
es pensar lo imposible.
Lo que no es no será
o será
en otro tiempo
que no es
hoy,
este presente romo de conjuros
para desviar la acequia de la historia.
Sólo la nada es garantía
o todo se mantiene
tal cual era.
Encierras en la mano tres monedas
y abriéndola de nuevo
están las tres monedas.
Todo se posterga. Todo
está invariablemente
acechando
la mejor coyuntura,
la mejor juntura de caminos
en el doblez exacto.
Y nos apaciguamos con el gusto
de anticipar el sesgo
de los hechos,
con el supuesto de que las promesas
contienen ya
un futuro.
Y alargamos el déficit.
Y así vamos regando
los pronósticos de la falta
con gotas de sequía.
Cada quien planta a diario la semilla
de quien sabe que fruto.
Cruzar los dedos
Necesitas un milagro.
Que lo que esperas
se haga en ti
con la aglomeración de la carencia,
con la rotundidad
de lo que no tienes.
Que al trozo de cantera
le broten alas,
que vuele
y regrese
al hueco
de tu asombro sin cura.
Si la suerte ha sido echada
todo puede ocurrir,
si la moneda aún no toca el suelo
y en su caída libre
sigue irradiando probabilidad.
“El golpe avisa”
—solemos decir.
El tumbo, la primicia, los pespuntes,
signos de vida o muerte
para una conclusión.
Mientras no sepas algo
tuyo es lo posible, tuya
entra
la impronta
del fracaso y el tino.
Todo pronóstico está por cumplirse
a gastos de la incertidumbre.