Ciudad de México: UNAM, 2025. 242 páginas.
Dos puntos cardinales definen y ubican este proceso en el que las mujeres, las escritoras de nuestro continente, se hacen visibles gracias a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, en su colección Jornadas, en el año 2025. Puntos cardinales que se ofrecen como mapa de indagación donde moran estas mujeres cuyos nombres son respaldados por otras firmas que posibilitan una lectura honda e importante de unos ensayos o tesis en los que ellas, las protagonistas de sus letras, emergen ante la mirada de quienes, como afirma en el prólogo la académica Brenda Morales Muñoz, coordinadora y editora de este trabajo, se visibilizan, toda vez que en estos tiempos “se ha visto un aumento considerable en la publicación de obras literarias escritas por mujeres, tanto en editoriales transnacionales como independientes”.
Añade Morales Muñoz que “otras muestras de este cambio son los premios literarios, la inclusión de escritoras en programas académicos, la publicación de catálogos, la elaboración de tesis y la creación de ‘podcast’, mapas y catálogos dedicados a su trabajo”.
Desde este arranque, desde este inicio, la obra que comentamos se abre como un abanico para mostrarnos los nombres de las mujeres que forman parte de esta importante aventura indagatoria en la que las voces de las escritoras se afirmarán como vertientes relevantes en la cultura verbal de América Latina.
La pulsión de las voces que aquí encontramos confirma una vez más que tanto las narradoras, poetas como ensayistas han llegado a buen puerto. Aquel pasado dominado por escritores, por esa manía de silenciar a las mujeres, ha quedado anclado en el olvido. Hoy día son muchas las que con ahínco, fuerza, belleza y calidad trazan ese mapa que ahora nos llena de regocijo.
Se trata de un profuso y extenso trabajo de investigación que reúne a ensayistas o comentaristas que ahondan en cada una de las obras de estas escritoras que se revelan durante este siglo que corre. De manera que desde la puntualidad y alineación de los astros que iluminan este Sur y este Norte, se desarrolla esta obra que dará de qué hablar en los lectores todos y en los centros de estudios literarios de todo nuestro continente.
“En De sur a norte se escribe y escucha la poesía, el relato corto, la novela, las crónicas y ensayos de quienes una vez eran la sombra de la negación.”
La realidad anterior, el pasado no tan remoto, no fue justo con las escritoras. Frente a esta realidad, fue creado el proyecto PAPITT IA401322 o “Prácticas literarias de las escritoras latinoamericanas en el siglo XXI”, del cual la prologuista añade que busca “no sólo dar a conocer su trabajo, sino subrayar que en ellas hay experimentaciones, estéticas, abordajes temáticos y rupturas genéricas diversas; que son mujeres que escriben sobre una amplia variedad de temas y lo hacen con estilos distintos, desde su propia experiencia y corporalidad”. De esta manera se deshacen de las conductas patriarcales y reduccionistas de algunos sectores donde proliferan el machismo y la exclusión, es decir, de quienes hacían o hacen sus estudios con sesgo masculino.
Desde hace muchos años, lejanos años, las mujeres vienen escribiendo: lo hacían como a escondidas, como si formaran parte de una manada pecaminosa, de un reducto humano desechable. Eso ha cambiado. Ahora sus nombres saben nombrar, salir a las calles, a los estantes de las librerías, a las lecturas públicas, a la fiesta escrita de quienes le han ganado a esa conducta que las había invisibilizado.
El estudio contiene trabajos sobre Margarita García Robayo, de quien escribe Andrea Torres Perdigón; Solange Rodríguez Pappe, revisada por Juan M. Berdeja; Liliana Lara, por María José Bruña Bragado; Giovana Madalosso, por Nylcéa Thereza de Siqueira Pedra; Ariana Harwicz, por Olga Albarrán Caselles; Patricia de Souza, por Claudia Salazar Jiménez; Mónica Bustos, por David Loría Araujo; Lina Maruane, por Carla Urbano; Fernanda Trías, por Alejandra Amatto, y Giovanna Rivero, por Juan Tomás Martínez Gutiérrez.
En los estudios los autores reseñan y escudriñan en los procedimientos de autoficción, en el solipsismo, mutismo y reverberación, en el azar objetivo, en el fetichismo y la prosa de lo que se pierde, en la pasión, en la potencia creativa de la destrucción, en la escritura y el feminismo, en la iconoclastia, en la mirada amorosa, entre otros temas que alimentan este extenso y trabajado proyecto que rescata algunos nombres de mujeres que siguen escribiendo sus vidas y las de otros, sus personajes y sus paisajes, sus alegrías y sus dolores: la plenitud de la creación. La vida, pues.
En De sur a norte se escribe y escucha la poesía, el relato corto, la novela, las crónicas y ensayos de quienes una vez eran la sombra de la negación.