Litane. Alejandro Tarrab. Cardboard House Press. 2017. 214 páginas.
El poeta mexicano Alejandro Tarrab demuestra con su tercer libro, Litane, el rango y la heterogeneidad de la poesía latinoamericana, a través de una ambiciosa y diversa colección de poemas. El libro ha sido publicado por Cardboard House Press, una editorial independiente que en su corta historia se ha convertido ya en un referente importante, debido a la publicación de algunas obras de la poesía más innovativa surgida, recientemente, en Latinoamérica. Esta edición bilingüe contiene un prólogo de Jacobo Sefamí, una pieza iluminadora que ofrece una formidable introducción a la poesía de Tarrab, así como claves de interpretación para la lectura de Litane. La traducción al inglés, hecha por Clare Sullivan, es, a su vez, notable y cuidadosa, leal al original y en sí misma una placentera lectura.
Frecuentemente catalogada como barroca, la poesía de Tarrab resiste, sin embargo, una fácil o estable categorización, y este libro es un buen ejemplo de ello. Litane es un impresionante tour de force que lleva a los lectores desde el Medio Oriente hasta México en una exploración de la identidad, la familia y la espiritualidad, a través de una amalgama de escogencias estilísticas y discursivas que sólo pueden describirse como interdisciplinarias con una fusión única de filosofía, cultura popular, ciencia y religión. Tarrab está interesado en comprender los límites y las posibilidades de la poesía, en cómo esta hace inteligible al mundo y en cómo lo interviene mediante el uso de las palabras. No es sorprendente, por lo tanto, que una de las referencias recurrentes en la colección sea Ludwig Wittgenstein, cuyas investigaciones filosóficas de la fenomenología de los colores inspira a Tarrab a desarrollar, más bien, consideraciones estéticas y personales de estos. Así, el color azul y sus diferentes gradaciones, que predominan en la primera parte del libro, se convierten en todo tipo de amarillos hacia el final del volumen. El interés de Tarrab en las transformaciones está también presente en la estructura de la colección, El libro está comprendido por seis secciones, cuyos títulos y secuencias reflejan la idea de que el conocimiento de lo real —bien sea sobre el propio pasado o sobre el mundo en general— se muestra como un proceso dinámico y siempre cambiante.
La palabra que titula el libro, Litane, un neologismo construido como eco de la palabra “letanía”, revela la inclinación del autor por los juegos de palabras, siendo esta, en sí misma, una buena obertura para la colección; esta abarca elementos dominantes desarrollados a lo largo de los poemas como, por ejemplo, los ecos judeo-cristianos característicos de este tipo de plegaria, los cuales, definitivamente, son una constante en el libro. Además, el hecho de que las letanías son usualmente súplicas hechas por el líder espiritual, repetidas por la congregación, apunta a lo que Jacobo Sefamí, en su excelente prólogo del libro, describe como el principal ímpetu detrás de Litane: la exploración de “una poética de la desposesión”. En este sentido, se puede concebir cada poema que conforma la colección como una plegaria diferente, un ajuste de cuentas con el propio pasado para inquirir el presente. No es de sorprenderse, por tanto, que varios de los poemas incluyan en sus títulos palabras como “preguntas” o “denuncias”, que pudieran ser leídas como parte de un interrogatorio en desarrollo sobre la historia personal del autor. Por ejemplo, los ocultos orígenes judíos de la familia del autor, que son registrados en la primera parte del libro a través del viaje de sus ancestros desde Damasco hasta México, son revisados posteriormente en tensión con su crianza católica y sus propias dudas: “comulgo cristo en silencio/ comulgo cristo sin haberme confesado porque soy judío/ digo judío como decir ateo como decir nada en una confesión/ en los patios de esta escuela”.
Irónicamente, en este, así como en la mayoría de los poemas de Litane, el lenguaje revela y oculta la verdad, al mismo tiempo: mientras el rito de la comunión se efectúa sin confesión (“en silencio”) para evitar decir la verdad, es el lenguaje el que revela la razón (“soy judío”) únicamente para ocultarla de nuevo en un clímax retórico que hace que la verdad parezca irrelevante finalmente (“nada”). Asimismo, en otro poema, “Rayas”, el poeta considera nuevamente su espiritualidad confesando que estuvo esperando a Dios y que este llegó, pero: “yo no le vi el torso ni las marcas/ no sé su rostro ni su par de globos inmensos/ todo esto que te digo es intuición/ el lado femenino que he desarrollado/ en fin me dijo que siguiera con los versos/ aunque fueran mediocres/ que algo al final estaban abriendo —y abrir es bueno—”.
Ante la ausencia de Dios, la poesía actúa como un sustituto, quizás un consuelo. Como el lenguaje de las oraciones, los poemas de Litane encaran un gran desconocimiento, en un proceso que puede ser, al mismo tiempo, auto-consciente y catártico.
Si bien el autor hace uso de elementos de su vida en los poemas y confía de modo determinante en la complicidad del lector para encontrar las claves apropiadas referidas a esos elementos (como, por ejemplo, el uso de fotografías de sus archivos familiares), sería un error leer el libro solo como una autobiografía, un viaje de auto-descubrimiento y restitución. La meta final de la colección pareciera ser la de la asunción de una pérdida compartida que va más allá de lo personal, “una obra que perviva sin su autor/ más allá de los hombres” dice la voz poética en el exquisito poema “Intervenir este diálogo destruido”, quizás el poema más metaliterario de Litane y una suerte de summa poetica, también, en la medida que reconcilia lo personal y lo colectivo: “en mí está lo que respiro/ una proyección de otros/ una idea de infección tan manoseada”. Esta noción de defender a un colectivo no solo se muestra temáticamente, sino también en términos formales. Al mezclar referencias y citas de un conjunto de autores —a veces en itálicas, otras de forma indistiguible dentro del cuerpo principal del texto— el libro construye efectivamente una polifonía que le rinde homenaje a la tradición poética (Baudelaire, Celan, Brossa, Huidobro, entre otros) al mismo tiempo que dialoga con campos diversos, como la filosofía y la ciencia (Wittgenstein, Einstein, Sloterdijk, etc).
En conclusión, Litane es una profunda e incluso lúdica colección de poemas que explora asuntos de la identidad y la familia, al tiempo que indaga en las formas en que el lenguaje nos moldea a nosotros y al mundo a nuestro alrededor. Todo amante de poesía disfrutará este lúcido libro de poemas, lleno de referencias y guiños a la historia de las ideas y a la tradición literaria.
Vicent Moreno
Arkansas State University
Traducción de Arturo Gutiérrez-Plaza