“No soy de aquellos que juzgan que místicamente toda la traducción es inferior al original. Muchas veces sospechó, o pudo comprobar, lo contrario.” Así esperaba en 1946 Jorge Luis Borges cuando publicó su famosa “Nota sobre Ulises en español”. Traductor de Woolf, Faulkner y Whitman, entre otros, Borges siempre sospechó del concepto de texto definitivo, el cual se lo atribuía —no sin cierta ironía— a la “superstición o el cansancio”. Borges no solo tradujo a algunos de los escritores más importantes de la literatura occidental, además reflexionó sobre el ejercicio de la traducción con singular perspicacia. No se trata de una traslación más o menos afortunada, la traducción para Borges tenía estatura literaria. Imposible no coincidir con esta válida, la traducción es un arte de difícil clasificación,
Sin embargo, la valorización de la traducción está lejos de ser una verdad bien establecida. En muchas partes la traducción se da por un hecho que no requería mayor reflexión. Es un error. Las estadísticas, por ejemplo, en Estados Unidos, ya de por sí son bastante descorazonadoras. En 2004, de los 185.000 libros publicados en este país, solo 874 correspondían a libros de literatura para adultos en traducción (New York Times, 23 de abril). En 2016 la situación parecía haber empeorado levemente, los 633 libros de poesía y ficción convertidos al inglés y publicados en este país, correspondían al extravagante 1% de los libros publicados en 2016 en EE.UU. (Hub Literario, 3 de agosto de 2018). Imposible no pensar en las librearías latinoamericanas donde los libros escritos por latinoamericanos tienen que abrirse paso entre las docenas de libros convertidos de muchos otros idiomas y disputar —no sin esfuerzo— los mesones de novedades. Y es que aprendimos a leer en traducción y ver películas con subtítulos. Nunca nos pareció raro, nunca lo pensamos tanto. La escasez cultural nos permitió desarrollar, al mismo tiempo, una habilidad y un interés por la literatura de otros países. Claro, siempre nos interesó el mundo, lo que había afuera de la ventana de la casa de la propia experiencia. Por eso, la traducción ocupa un lugar central enLa escasez cultural nos permitió desarrollar, al mismo tiempo, una habilidad y un interés por la literatura de otros países. Claro, siempre nos interesó el mundo, lo que había afuera de la ventana de la casa de la propia experiencia. Por eso, la traducción ocupa un lugar central en La escasez cultural nos permitió desarrollar, al mismo tiempo, una habilidad y un interés por la literatura de otros países. Claro, siempre nos interesó el mundo, lo que había afuera de la ventana de la casa de la propia experiencia. Por eso, la traducción ocupa un lugar central en Latin American Literature Today, porque venimos de ella, porque son los ojos al mundo, a los otros, a quienes son distintos, nos ayudan a no perdernos, a relativizar nuestras propias ideas, a soñar, a imaginar y, muchas veces, a no estar aquí.
Latin American Literature Today , al mismo tiempo que es una revista de literatura latinoamericana contemporánea, es una revista de traducción. En otras palabras, LALT no cree en el 1%.
En este número, el destacado traductor —y siempre amigo de la casa—, George Henson, ha preparado un dossier dedicado a una de las escritoras y más importantes de la literatura mexicana, Elena Poniatowska (Premio Miguel de Cervantes 2013). Su importancia en el panorama de la literatura latinoamericana es innegable y nos sentimos muy orgullosos de que Elena sea la portada del número 11 de LALT. Sin embargo, y al contrario de lo que podría pensarse, la obra de Poniatowska no es tan conocida como debería estar fuera de las fronteras del idioma español.Como el mismo George lo señala en su introducción al dossier: “a diferencia de muchos de sus contemporáneos, incluidos, entre otros, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, la vasta y dispar obra de Elena, más de 40 libros en una gran variedad de géneros, ha sido ignorada en gran medida por los traductores y editores estadounidenses”. No podemos cambiar la historia de la recepción de los libros en lengua inglesa, pero, al menos, podemos extender una invitación a esos lectores a conocer algo más de esta extraordinaria escritora y periodista mexicana. Este dossier es esa invitación.
Aunque el destino de las obras literarias es incierto y, en cierto modo, gratuito. Pocos habrían anticipado que la obra del poeta chileno, Enrique Lihn, fuera tan inagotable como han demostrado las continuas reediciones de sus libros después del fallecimiento del poeta en 1988. En este nuevo número de LALT el escritor y editor-at-large de nuestra revista, Roberto Brodsky, ha preparado un dossier sobre este notable poeta chileno. No se encontró otro dossier más sobre Lihn “poeta”, sino, más bien, de algo más modesto, pero, al mismo tiempo, más original. La idea fue volver a revisitar a un poeta con otros ojos, con otra idea, para ver en un detalle, en un periodo de tiempo algo que se nos pudo haber escapado la primera vez. Escribe Brodsky:“Sin pretender abarcar de una mirada el enorme caudal de escritura y acción performativa que caracterizó la última década de vida de Lihn, el presente dossier entrega algunos materiales del periodo a manera de sinécdoque. La parte por el todo, en este caso, se enfoca en la situación del sujeto poético lihneano y su horizonte crítico en los años 80, queriendo con ello dar algunas pistas sobre su vigencia poética y cultural”. Personalidades y talentos diversos confluían en Lihn, pero por sobre todo el de ser poeta. O el de alguien que siendo poeta fue mucho más, un poeta en permanente “situación irregular”. queriendo con ello dar algunas pistas sobre su vigencia poética y cultural”. Personalidades y talentos diversos confluían en Lihn, pero por sobre todo el de ser poeta.O el de alguien que siendo poeta fue mucho más, un poeta en permanente “situación irregular”. queriendo con ello dar algunas pistas sobre su vigencia poética y cultural”. Personalidades y talentos diversos confluían en Lihn, pero por sobre todo el de ser poeta. O el de alguien que siendo poeta fue mucho más, un poeta en permanente “situación irregular”.
Antes hablamos de la traducción y resultó una feliz coincidencia que el primer número de LALT con Denise Kripper como editora de traducción sea en el mes de agosto, internacionalmente celebrado como #WomenInTranslationMonth. Queremos entonces celebrar a las mujeres escritoras que hemos publicado en traducción en nuestra revista, como a la misma Elena Poniatowska, o Tununa Mercado (en traducción de Rhonda Buchanan) de quienes tenemos el gusto de publicar dos de sus textos en este número. Pero también, y especialmente, a todas las traductoras que han colaborado y colaboran con nuestra misión de compartir con lectores angloparlantes la rica literatura latinoamericana en español y portugués que llena nuestras páginas digitales. Nuestras felicitaciones van para Laura Cesarco Eglin, ganadora del Best Translated Book Award 2019 por su traducción de Of Death. odas mínimas, de la poeta brasilera Hilda Hilst. En nuestro número podrá leer una selección de sus poemas, así como también una entrevista a su traductora. Dentro de la sección que estrenamos en este número, dedicada especialmente a la traducción, compartimos el ensayo de la autora y traductora argentina Esther Cross (en traducción de Frances Riddle) y como adelanto editorial, hacemos llegar The Promise, de Silvina Ocampo, en traducción de Suzanne Jill Levine y Jessica Powell.
Literatura en traducción; no nos cansamos de resaltar su importancia. Sin embargo, la realidad en los países de habla inglesa nos juega en contra. Es probable que los lectores desconozcan las estadísticas mencionadas más arriba. No hijo, por cierto, alentadoras. La presencia de la literatura latinoamericana en este país es muy pequeña todavía. Mucha de nuestra literatura existe en las universidades de los Estados Unidos. No toda, por supuesto. Pero sus lectores son profesores, estudiantes, especialistas; en su mayoría latinoamericanos, profesionales. El mercado editorial es otra cosa, aún es muy pequeño y no registra la presencia de nuestros autores sino que no están previamente convertidos al inglés.En este estado de cosas Latin American Literature Today , lo repetimos, es —y ha querido ser desde sus inicios— la casa de los traductores.
Por último, una nota celebratoria junto con la aparición de este nuevo número de LALT. Esta semana alcanzamos 4000 seguidores en nuestra página de Facebook y en Twitter estamos muy cerca de llegar a esa cantidad. Nada de eso hubiera sido posible sin la tenacidad, dedicación y profesionalismo de nuestra Encargada de Medios, Claudia Cavallín, y de nuestro Secretario de Redacción, Arthur Dixon. Ha sido y sigue siendo un honor para Latin American Literature Today tenerlos en nuestro equipo!
Esperamos que disfruten de esta nueva entrega en las que junto a todo esto se encuentran, una vez más, en presencia de una literatura viva y vibrante, la literatura latinoamericana de hoy.
Marcelo Rioseco