EL RECUERDO CONTIENE ESPERANZA…
El recuerdo contiene esperanza
Y la esperanza el deseo de discurrir entre arboledas
Bajo las ramas y la luz submarina del otoño
Inútilmente había perseguido los soles ardorosos
La alegría del vacío de mi vida
Contemplé entonces los islotes distantes
La marejada de la pasión y del hastío
Pero surgía ya la aurora y partí para ascender la colina
Allí penetré con el corazón entrecortado
En el cerrado recinto de una huaca
Aprendí entonces a contemplar los objetos y el vuelo de las aves
Todo poseía un corazón palpitante y se vestía de estrellas
No importaba si apuntaba el verano o se arrastraba el invierno
Ya fuera que nos cobijara el sol ardiente o la gélida lluvia
Se trataba de vivir
De lanzar mi canto a las esferas
Desde la innata potencia del esfuerzo
Al brotar de la cuerda más íntima del fuego
Gocé estos prados lejos de la tiranía de las ciudades
Porque en la soledad florece nuestra fuerza
Cuando avanza sobre el gran río de la vida
ME ACERQUÉ A LA LINDE DEL BOSQUE…
Me acerqué a la linde del bosque con la medula derramada del otoño
Con las hojas caídas y toda la pulpa exhausta de la vida
Allí se oculta el lamento de las aves, el chillido del búho
Si de alguna manera desciende escarlata su sonido
Es difícil encontrar un amor entre tantas avecillas
Y cuando brota la flor la acomete el desespero
Porque el amor mantiene erguidos nuestros cuerpos
Aunque un arrastre brutal termine con la especie
Su pasión arrebatada se enciende con el tacto
De la purísima materia de su ser encadenado
Y así envuelve el espíritu con ropajes de plumas
COMO UN RÍO HE CRUZADO…
Como un río he cruzado lomas y senderos y llanuras
Porque la vida circula sin poder detenerse
Damos vueltas y revueltas para llegar finalmente hasta la mar
Sus aguas restañan el calor del cuerpo y de la mente
Así llegó el día silencioso y fulgurante
Cuyo resplandor embargaba dulzuras y congojas
Hasta que el deleite se apagó en un cálido abrazo
Oh cómo albergara entonces su música en el alma
Alentado por el goce delicioso del sonido
Cómo pudiera mantener el peso del planeta
Con las notas de la armonía universal
Impulsando la palabra hacia el poema
Convirtiendo el lenguaje en el orgullo y la pasión
En la morada del hombre que se expresa sin cadenas
Oh torrentes de fervor
Oh maldiciones de los astros
Que tomáis vida antes de la palabra
Encontrada en la dorada dicha del verbo
Y su encarnación en el poema
Porque así quiebra su horizonte
Al igual que en el fondo de los mares
Pero al final llegaba a mí mismo y a su estela de suplicio
La astilla del fuego y la astilla del agua
Florecían en el dorso de mi mano
Se introducían en el manto de la sangre