Bruna Dantas Lobato: Blue Light Hours
“Blue Light Hours es un libro melancólico, extraño y repleto de amor que explora una relación a través de un medio que conectaba a las familias alrededor del mundo mucho antes de la época de Zoom. Por Skype, una madre e hija con todo un continente de por medio crean un espacio onírico, casi parecido a una matriz, extrayendo una asombrosa cercanía de una distancia de miles de millas. Un relato iniciático de belleza tranquila que nunca pierda de la vista a las personas que nos acompañan —o no— en las transformaciones provocadas por el tiempo y la distancia”. —Lydia Kiesling
Fátima Vélez: Jardín en Tierra Fría
Esta novela narra veinticuatro horas en la vida de Primera V, cuidadora del jardín en Tierra Fría que durante años Papá V ha construido con plantas traídas de lugares lejanos y ruinas de palacios coloniales. Ella sospecha que el padre quiere un jardín de hijas a su servicio y que ha enterrado allí a las madres. Sospecha también que su novio y su mejor amigo tienen un romance: le ha parecido oírlos juntos en la ducha. En Tierra Fría, de agua escasa y aire turbio, conviven hermanas, dudas y dobles.
Natalia Litvinova: Luciérnaga
“Luciérnaga (Premio Lumen de Novela 2024), como todos los buenos libros, plantea contradicciones: es luminoso, pero habla de tiempos oscuros; es sencillo para mostrar la complejidad del mundo que nos ha tocado vivir; es tierno en su dureza; apegado a la realidad, pero mítico a la vez; habla de la pérdida de un país y de la recuperación de otro; de lo que significa crecer y también envejecer; es fácil de leer, pero se queda dentro de nosotros, repicando”. —Clara Obligado
Alfredo Baranda: Sinfonía inacabada
Daniel ha muerto y ha subido al Cielo. Su llegada coincide con un momento en que se están realizando cambios trascendentales en las estructuras del Paraíso. Dios ha decidido abdicar del trono celestial a favor de su hijo Jesucristo, y Daniel tiene ocasión de presenciar in situ la ceremonia de entronización del nuevo rey. A partir de ese momento, los acontecimientos se suceden a velocidad de vértigo, y Daniel asiste, perplejo y desorientado, a los cambios sorprendentes que se suceden en el Cielo. En su condición de recién llegado, debe esperar unos meses para adquirir su Acta de Plena Ciudadanía Celestial, condición indispensable para que se le asigne la morada individual en la que habrá de vivir eternamente. A pesar de encontrarse en el Periodo de Readaptación y no haber adquirido todavía el “cuerpo glorioso” que le dará acceso a todas las prerrogativas de que gozan los bienaventurados, Daniel inicia una pesquisa con el fin de sondear el estado de opinión de los habitantes celestiales que él considera insignes. Esta es, además de la crónica de esa indagación, la historia de los sentimientos que lo embargan a lo largo de la misma.
Federico Díaz Granados: Grietas de la luz
“Este poemario escudriña ahí, en el no-tiempo, sin lugar, de los que olvidan; y en el dolor de los que acompañan impotentes. Leerlo encierra un dolor, pero a la vez ayuda a espantar los espantos de los que recuerdan. Siquiera existen los poetas, siquiera nos abriga la poesía. Colarse entre las Grietas de la luz, de Federico Díaz Granados, es ponerse en el lugar de otros y de uno mismo; y es apreciar el valor de la memoria y la felicidad infinita de saber, con certeza, que mañana al ver las estrellas vamos a recordar que Marte es un planeta rojo, y que los rostros familiares tienen nombre y apellido y ocupan un lugar en nuestro mundo. Leer este libro es llorar el olvido y, a la vez, es celebrar la alegría de la vida compartida”. —Tatiana Duplat Ayala
Cayre Alfaro Fonseca: Quince minutos de receso
“Antaño, la mayoría de poemarios de jóvenes eran posicionamientos estéticos fuertes, manifiestos incendiarios. Algunos eran declaraciones de guerra. Luego, vino una época en que, apenas para recordarnos que seguía ahí, la poesía aparecía en libritos que eran florilegios, fiestecitas de aliteraciones, mirada intensa y coqueta de aspirantes a filólogos. Los mayores me alertaron de que se trataba de la sucesión de la historia literaria en eterno retorno, como en Cien años de soledad y en ese poema sobre Giordano Bruno. Tal vez lo sea. Rara vez leo un poemario con una línea estética tan fuerte y coherente de composiciones versales tan austeras y concisas que no parezca una declaración artificiosa o un texto híper corregido hasta la náusea. Pero Quince minutos de receso, de Cayre Alfaro Fonseca, es directo, es fácil (aunque sea meticuloso de veras, aunque sea casi todo el tiempo un arte poética)”. —Alexis Iparraguirre
Diego Roel: Los cuadernos perdidos de Robert Walser
“Por una recomendación de mi amigo y creador Ramón Bascuñana, di con el nuevo Premio Loewe, Los cuadernos perdidos de Robert Walser. Se reconoce enseguida una voz que opera en un código formado y sólido de símbolos y estilo. Un poemario de consumación, más que de iniciación, sin duda. Fiando su poética a unos posibles cuadernos de Robert Walser, Diego Roel indaga en la naturaleza profética que la palabra expresa cuando el creador adopta ese rol de bardo que tiende a descifrar (en el paisaje) vestigios de otro idioma, mucho más tentador en cuanto a la proyección de sus preguntas y al hallazgo de unas respuestas que no siempre responden a la certeza de la racionalidad”. —Manuel García Pérez
Bastián Desidel Escurra: Los fuegos abandonados
“Los versos aquí reunidos confiesan una certeza desconcertante: la Poesía sigue habitando las palabras, aquel cifrado anguloso de las letras. Aún en la sombra de la sombra, aún en el fragmento escrito otrora por una mano ya muerta, Bastián Desidel reúne las imágenes encontradas y las convoca en su escritura, haciéndolas convivir en un gesto que logra renovar la mirada de quien se asoma a sus palabras. El lector afanoso expande su quehacer a la escritura; deviene creador, poeta. El texto aquí, conciso y exacto, no es el retrato de un naufragio, sino más bien el de un rescate de imágenes que se apuntalan contra nuestras ruinas: una salvedad ante cualquier vocablo muerto, fuegos —aunque abandonados— que alumbran. Sean estos versos breves, entonces, el reflejo de una ambiciosa empresa con creces lograda; la de restituirle al lenguaje su estatuto poético, evocador y permanente. Sean estos versos la arquitectura de un habla que afirma con su lenguaje la experiencia humana y poética”. —Víctor Campos D.
Federico Falco, tr. Jennifer Croft: The Plains
“En la ciudad se pierde la noción de las horas del día, del paso del tiempo. En el campo es imposible”, nos dice nuestro narrador. En esta remota casa y jardín, el tiempo es casi palpable; pasa sin prisa y pone de relieve hasta el más mínimo detalle: insectos, el sonido de la lluvia, una hoja que cae, el olor de la tierra mojada. Aquí, pasado y presente tienen el mismo peso y son igualmente visibles, revelándose lentamente con cada estación y cada giro de la pala. Así se desarrolla un año. Un jardín toma forma mientras se profundiza su conexión con este lugar, que se vuelve un refugio de todos y de todo —quizás incluso de él mismo—. Observamos a las hormigas devorar la acelga, escuchamos los relatos que contaba su abuela —quizás verdaderos, quizás sacados de alguna película— y conocemos a su gran amor, Ciro. Las sábanas húmedas del campo, el departamento cuidadosamente renovado de la ciudad y la ruptura amorosa dolorosa e inexplicable que lo llevó a refugiarse en este trecho de tierra, ahora meticulosamente tendido.
Cristina Rivera Garza, tr. Robin Myers & Sarah Booker: Death Takes Me
Una profesora de nombre Cristina Rivera Garza se topa con el cadáver mutilado de un hombre en un callejón oscuro y lo denuncia a la policía. La profesora se vuelve la primera informante del caso, que será llevado por un detective nuevamente obsesionado con la poesía y seguido por una larga lista de fracasos. Pero, en verdad, ¿qué es lo que la profesora ha visto? Originalmente escrito en español, idioma en el cual la palabra “víctima” siempre es de género femenino, Death Takes Me es una electrizante obra maestra de ficción literaria que pone patas arriba a la narrativa detectivesca tradicional de violencia de género. Tan agudo como los cortes en los cuerpos de las víctimas, la novela se despliega con la lógica cargada de un sueño, trasladándose de la comisaría al aula de la profesora y a través de los mundos escurridizos de la poesía y el arte latinoamericanas en una exploración imaginativa de los terrenos inestables del deseo y la sexualidad.
Gabriela Aguirre, tr. Laura Cesarco Eglin: The Mistaken Place of Things
“Estos poemas caleidoscópicos recorren la realidad y sus otros lados. Un cuerpo en una cama de hospital o un parapente. Una ciudad fronteriza o una matriz. Una vieja fotografía o una alucinación. Ésta es una poética de la alienación, en la cual el cuerpo es ‘la única escalera disponible’, ‘la ventana a través de la cual las cosas ocurren’, un lugar de enfermedad. Gabriela Aguirre y Laura Cesarco Eglin nos hablan desde cada ángulo. Estos son poemas para leer en voz alta, para que sientas las palabras mientras salen de tu piel”. —Olivia Lott
Mirtha Dermisache & Sergio Chejfec, tr. Rebekah Smith & Silvina López Medin: The Month of the Flies
The Month of the Flies es la respuesta de Sergio Chejfec a la obra Book N ° 8: 1970 de Mirtha Dermisache. Aquí, el libro de Dermisache funciona como el “original” del cual el texto poético de Sergio Chejfec toma su forma. Los versos de Chejfec son dinámicos, ocupando el mismo espacio de cada línea de Dermisache, como si utilizaran el lenguaje para aproximarse a sus frecuencias visuales. Las páginas parecen establecer una relación entre original y “traducción”, pero el proyecto empuja contra dicha lectura, exponiendo las grietas en la legibilidad de tal “traducción”, la cual, en relación con la “escritura ilegible” de la misma Dermisache, podría ser, de hecho, casi cualquier otra cosa. Este texto, escribe Chejfec, es algo así como la “secuela arbitraria” de un texto que “exige ser leído a la vez que guarda silencio”.
Marcelo Morales, tr. Kristin Dykstra: The Star-Spangled Brand
The Star-Spangled Brand de Marcelo Morales, traducida por Kristin Dykstra, es una colección de poemas en prosa que sigue las huellas de una ciudad que cambia —a menos que no—. Morales empezó a componer el libro durante la década del 2010 con un poema largo, “The Swan II”, en el cual reflexiona sobre la vida cotidiana y la historia en La Habana. En aquel tiempo, el mundo percibía a Cuba como un país en medio de una transformación profunda. El final de dicha década trajo más cambios y conflictos a gran escala, muchas veces impulsados por las relaciones entre norte y sur. ¿Cómo definirían estos nuevos acontecimientos los espacios que rodean el amor, el miedo y las necesidades de un solo ciudadano?
Dagoberto Gilb: New Testaments: Stories
El elenco de personajes del más reciente libro de Dagoberto Gilb incluye a una joven familia cuya exposición a una misteriosa nube de gas les cambia la vida para siempre; un desertor escolar cuya decisión de aprender sobre los caminos del mundo a través de los adultos en su trabajo lo lleva a un devaneo peligroso; un antiguo carpintero de rascacielos que se encuentra con un viejo amor deseoso; un hombre chicano envejecido que vive solo y cuyos hijos anticipan señales de su debilitamiento; y más. La voz narrativa distintiva de Gilb les ofrece a sus lectores una cálida bienvenida mientras desprende la superficie de la vida cotidiana para guiarnos hábilmente a los mundos del mito y la fábula.