Abracadabra
Voy a empeñar mi corazón
hasta que sea pájaro y caigan de él
nuevas estrellas para el mundo.
Porque todavía viajo
—soy un extraño—
y en las ciudades los puentes
enmudecen y me lastiman.
Voy a protegerme de las atrocidades
y de las injusticias
hasta que el atardecer sea rosado
y cicatrice.
Distrito de los lagos
Yo, que negué a Cristo en el primer barco,
finalmente entendí el significado de la palabra adiós.
No se trata de una simple despedida:
es el momento en el que todo se hunde
en los blancos y transparentes mares de números,
y se pierde la flor, única prueba
de la existencia de un paraíso.
Es el momento donde se pierde el inmediato calor
de aire que encierra y separa a cada una
de las cosas que existen en el mundo.
Juicio
Nos alejamos de la ciudad,
infortunio, infortunio, etcétera.
En la que ya no hacemos
más canciones.
Nuestra flauta quedó encerrada
en la raíz de un sauce:
destruyendo el suelo,
levantando calles y baldosas.
Nos vamos lejos, amigos:
donde las vacas beben,
donde la savia fluye.
Nuestros versos necesitan
ser juzgados,
pero en tierras más salvajes…
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