No me siento inclinado a unirme a quienes sostienen que el poeta debe ser relevado de sus deberes chamánicos, liberado de su responsabilidad y papel en el hechizo de su prójimo. El poeta no puede ser reducido a la tarea de simplemente recopilar datos para alimentar a los monstruos cibernéticos que se están apoderando, corriendo y rodeando nuestras pequeñas vidas y que nos están convirtiendo a todos en topos idénticos luchando por cubrir nuestra cuota de tareas de trabajo en cadena de hormiguero y funciones de vida en cadena, donde todos los matices de subterfugio son anatema y alta traición, independientemente de si están impulsados por necesidades internas y motivados noblemente; el credo a la sombra del tiranosaurio rex cibernético del invasor y valiente nuevo mundo amenaza con tomarse el control: el topo permanece topo. ¿Cuáles son entonces nuestras armas contra el mar de problemas de robotización y mecanización que amenazan con succionar nuestras almas y escupirlas en el vacío o en los basureros de la luna, para vagar sin bailar y sin cuerpo entre naves espaciales rotas, excedentes de bombas H, gas ciclónico? Contenedores y gérmenes de guerra exiliados como espíritus que deambulan de cráter en cráter sobre las arenas lunares mientras los cuerpos atados a la tierra continúan haciendo la danza ciega de San Vito al ritmo de los desafinados comandos de robots que algún día pueden adquirir caprichos y de repente deleitarse en aplastar legiones de nuestra frágil especie de hormigas con los dedos de los pies sin cosquillas?
Uno es fantasía. Y, por tanto, mi candidato elegido en la presente carrera es un escritor eminentemente dotado de un don de palabra animado por la fantasía dinámica. Gabriel García Márquez es uno de esos escritores que nos encantan mientras lidian con esas fuerzas perennes que gobiernan nuestras vidas y nos arrojan de aquí para allá. También representa un fenómeno muy alentador en la literatura mundial, que ha sido designado como el boom literario latinoamericano. En una época en la que cada vez más a menudo escuchamos que la novela está muriendo o ya muerta, como el pez en el mar y la vida en el lago Erie, bajo la amenaza de Menschendämmerung, vale la pena, me parece, encontrar tal contracorriente de fantasía y reflexionar por un tiempo así sobre la suerte de los seres humanos, y reanimados, de ahí renovar nuestros esfuerzos e incluso retomar con cautela las armas contra un mar de problemas y oponiéndonos. . .
García Márquez no deja de lidiar con las fuerzas oscuras, ni da la impresión de que la vida de los seres humanos, una a una, debe ser en última instancia trágica, pero también muestra cada momento preñado de imágenes y colores y aromas que piden ser ordenados. en patrones de significado y significancia mientras dure el momento.
Porque: “Tú eres la música / mientras dure”. (T. S. Eliot)
Me parece que García Márquez une el realismo y la objetividad con un sentido más singular de los fantásticos y deliciosos dones de la fabulación, empleando a menudo la clarividencia surrealista para pintar frescos llenos de indignación moral y rabia en protesta contra la opresión y la violencia, la degradación y el engaño. Exaltando orgullo, describe claramente ciertos aspectos ridículos, incluso grotescos, como la valentía quijotesca y la intransigente resolución de propósito. Es un gozo encontrarse con un poeta que se deleita con sus poderes seductores como lo hace García Márquez. Y, sin embargo, es tan exacto en su formulación y preciso en su composición. Al yuxtaponer los elementos gemelos del humor y la tragedia, García Márquez a menudo alcanza alturas contrapuntísticas donde el lenguaje y la imagen se encuentran fundidas por completo.
Es mi opinión, que el papel de un premio literario como el BA / Neustadt no es solo coronar los gloriosos logros del pasado vivo (o uno moribundo, incluso uno que puede estar muerto, para el caso) que con bastante frecuencia ha sido el caso del Premio Nobel, sino también recompensar y llamar la atención sobre las cosas notables que están sucediendo e irrumpiendo en la creación actualmente. Tengo la impresión de que en el caso de García Márquez tenemos un escritor en la cúspide de su productividad, y siento que sería fascinante otorgar esta distinción mientras esa creatividad está en su máxima expresión. Un libro como Cien años de soledad, obra maestra, convierte a García Márquez sin lugar a duda en uno de los escritores de ficción más importantes de la actualidad.
Al otorgar a García Márquez el premio BA / Neustadt que con tanta justicia merece, siento también que se saluda el gran boom de la literatura latinoamericana. Se trata de un fenómeno notable de la literatura contemporánea que reaviva el optimismo sobre el futuro de la novela. Es una literatura fascinante que engloba a escritores tan variados e impactantes como Asturias, Carpentier, Lezama Lima, Julio Cortázar, Vargas Llosa, Guimarães Rosa y Carlos Fuentes, y me induce a revivir el uso de la palabra “sudamericano” en lugar del término literatura “hispanoamericana”. Sin olvidar la gran poesía engendrada en este hemisferio, permítanme mencionar a Neruda y Octavio Paz. La mayoría de los que acabamos de mencionar también calificarían para el presente premio, pero debemos tener en cuenta que dos de ellos ya han sido galardonados con el Premio Nobel, por lo que es un acto de redundancia acumular otros premios sobre ellos.
García Márquez ha inventado un país imaginario fantástico propio con su pertinente mitología de personas y hechos, recurrente en todos sus libros, ligados por alusión, con temas retomados y llevados de un libro a otro y elaborados, provocando que la mitología del mundo de García Márquez emerja y se expanda, haciendo a los lectores adictos a una fantasía y humor que excita la imaginación y hace que el lector esté ansioso por más. Tampoco debemos olvidar su omnipresente poesía.
Reykjavík, Islandia
Traducido al español por Guillermo Romero