En un poema titulado, significativamente, “Creo en la vida”, el poeta venezolano Eugenio Montejo (1938-2008) afirmaba: “pero no soy ateo de nada/ salvo de la muerte”. Era su forma de dejar constancia del profundo arraigo que sintió por eso que él mismo se denominó “terredad”, esa suerte de experiencia anímica consustancial a la vida en la Tierra. No obstante, con una carta escondida lo aguardaba el destino. Hace diez años, una enfermedad apresurada e intempestiva le impidió seguir entre nosotros, al menos físicamente.
Como homenaje a su labor creativa ya su persona Latin American Literature Todayha preparado este dossier conformado por un conjunto de textos de poetas, ensayistas y críticos, asiduos lectores de Montejo (Luis Enrique Belmonte, Miguel Gomes, Nicholas Roberts y yo mismo) en los que se abordan algunas de las variadas facetas de esta fascinante y compleja obra; una “entrevista coral”, que sirve como muestra de un “proyecto” ideado por él, en que múltiples interlocutores (en este caso cuatro: Julio Bolívar, Edmundo Bracho, Marina Gasparini y José Pulido) lo interrogan con el propósito de indagar en su ideario estético y vital; y por último, una selección de su poesía, no ajena a la circunstancia de su partida, junto con uno de sus ensayos más emblemáticos, “El taller blanco”, en el que podemos encontrar varios de los elementos esenciales que constituyen el sustento de su quehacer poético.
Arturo Gutiérrez Plaza